MONTEVIDEO. Una comisión de la Cámara de Diputados uruguaya comenzará a evaluar la semana que viene un proyecto de matrimonio igualitario que busca incluir en esta institución a las uniones entre personas del mismo sexo con los mismos derechos y obligaciones, dijeron fuentes parlamentarias y de grupos activistas homosexuales.
La Comisión de Constitución y Códigos de la Cámara de Diputados iba a tratar el tema en la tarde del miércoles, pero como la sesión del martes de los legisladores fue muy larga y terminó en la madrugada del miércoles se decidió suspender el tratamiento del tema hasta la semana próxima.
«Le planteamos a la presidencia de la comisión que el martes próximo empecemos a tratar el tema del proyecto de matrimonio igualitario», explicó a The Associated Press el diputado Aníbal Pereyra del oficialista Frente Amplio.
El proyecto es fruto de un texto redactado por el Colectivo Ovejas Negras que promueve demandas de grupos homosexuales y fue presentado a legisladores de todos los partidos, siendo finalmente retomado por diputados del Frente Amplio, que lo llevaron ante la comisión.
«La sociedad actual es mucho más amplia que la heterosexual, entonces la ley civil debe contemplar eso. Un instituto de matrimonio que sea igual para todos», explicó a la AP Federico Graña, de Ovejas Negras. «Es algo que va mucho más allá de la homosexualidad, se trata de una ley en la que todos tengan los mismos derechos y obligaciones», agregó.
Por su parte, el diputado Pereyra, uno de los legisladores del Frente Amplio que tomó el texto y lo presentó a la comisión, dijo que lo que se plantea es que la ley debe adecuarse a «la realidad de una sociedad».
Agregó que «las leyes deben interpretar la realidad de su sociedad. Hay que modificar el Código Civil, que hoy refleja la sociedad de comienzos del siglo 20, a la realidad de hoy, para igualar a aquellas personas del mismo sexo que quieran unirse en matrimonio, con todos sus derechos y obligaciones».
La Iglesia Católica uruguaya se manifestó en contra de lo que considera el «mal llamado matrimonio igualitario».
«Parecería lógico» que «dos personas del mismo sexo que se quieren y desean compartir su vida» puedan tener algún tipo de «reconocimiento civil, pero no puede ser igual al que regula el matrimonio», dijo a la AP el obispo Jaime Fuentes, presidente del sector Familia de la Conferencia Episcopal Uruguaya.
Sin embargo, «equiparar esta clase de uniones al matrimonio» sería «una grave discriminación hacia el hombre y la mujer casados» ya que éstos tienen una serie de «obligaciones y derechos mutuos» que no se dan en otro tipo de uniones, afirmó.
Por lo pronto, dijo, «los niños tienen derecho a tener un padre y una madre, naturales o adoptivos, para crecer como personas».
AP