San Cristóbal, (Especial). Una joven, comerciante del ramo de la peluquería, murió mientras era sometida a una cirugía estética en una clínica del centro comercial Paseo La Villa, en Táchira, razón por la cual el equipo médico que participó en la operación fue detenido de manera preventiva por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), informó el portal web de Globovisión.
Según información aportada por familiares, Liliana Coromoto Ramírez de Moreno, de 33 años de edad, quien residía en Pueblo Nuevo, y dejó dos hijos en la orfandad, falleció este martes en la mañana.
«Ella se sometería a una dermoplastia y una liposucción. Este martes se presentó a las 6:30 de la mañana en la clínica Hellea, y a las 9:30 la ingresaron a quirófano. La operaría el doctor Panayotis. La operación no finalizó. Solamente le hicieron la lipoescultura de la espalda», explicó Lilibeth Ramírez, hermana.
En tanto que Valeria Moreno, cuñada de Liliana, refirió que la familia se enteró, por equivocación, del deceso de la comerciante, por error de uno de los médicos, que la confundió con la administradora de la clínica.
«Resulta que la administradora de la clínica también se llama Valeria, como yo. A las 12:10 del mediodía yo llamé por teléfono al doctor Wolfang y le dije: Soy Valeria, ¿qué pasó?, y él me respondió: la paciente falleció, pero no vaya a decir nada abajo, no hable con nadie», explicó la cuñada de Liliana.
«Es cuando yo le exigí que bajara y nos diera la cara para que explicara lo que pasó. Cuando finalmente pudimos ver a todo el equipo, ninguno supo explicarnos, pese a que ellos mismos dijeron que los exámenes preoperatorios de Liliana estaban bien. Explicaron que habían tratado de reanimarla, pero que no lo lograron. Eso fue después del mediodía, pero ella ya tenía más de una hora de haber fallecido», indicó Valeria.
Supuestamente este médico, dijo Lilibeth, tiene otras denuncias por casos similares, pero parece que han sido engavetadas.
Consternación
Por la inesperada muerte de Liliana hay consternación, indignación y estupor, no sólo porque su familia es reconocida en el Táchira por su trabajo en el ramo de artículos de peluquería, sino por la forma súbita en que ocurrió. Por ello, además de exigir justicia, sus familiares aprovecharon para alertar a otras mujeres que están pensando en operarse por estética.
«No puede ser que un médico atienda a 10 ó 15 pacientes en un día, sólo por dinero. Es física y humanamente imposible que con la misma capacidad salga de una cirugía y entre a otra. Por eso queremos alertar a esas mujeres que quieren estar más bonitas, que no basta con buscar a un profesional, porque éste es un médico acreditado y la clínica donde se hizo la operación no es clandestina, pero a pesar de eso, mire lo que pasó. Aunque debo aclarar que esta clínica no cuenta con una Unidad de Cuidados Intensivos para solventar cualquier emergencia que se presente», agregó Lilibeth.
Dijo que este martes, cuando ocurrió lo de su hermana, habían cinco chicas más esperando para ser operadas, mientras que otras dos se encontraban al mismo tiempo en los quirófanos.