El general de 4 estrellas también declaró a la cadena HLN que fue esa relación la que precipitó su renuncia, no las dudas sobre el papel de la CIA durante los ataques del 11 de septiembre de este año contra la misión diplomática de Estados Unidos en Bengasi, Libia
WASHINGTON. El general retirado David Petraeus dijo que no compartió documentos clasificados con su amante y biógrafa, Paula Broadwell, en sus primeras declaraciones públicas desde que dimitió de su cargo de director de la CIA la semana pasada tras la revelación de su relación extramarital.
Petraeus también declaró a la cadena HLN que fue esa relación la que precipitó su renuncia, no las dudas sobre el papel de la CIA durante los ataques del 11 de septiembre de este año contra la misión diplomática de Estados Unidos en Bengasi, Libia.
Agencias internacionales informaro el miércoles de que los investigadores hallaron sustancial información clasificada en un ordenador utilizado por Broadwell.
De acuerdo a la normativa y a fuentes de seguridad interna, los investigadores están examinando si la información debió haberse almacenada en condiciones más seguras.
Pese a los comentarios de Petraeus a la cadena, fuentes de la investigación señalaron el jueves que no descartan la posibilidad de que Petraeus entregase material clasificado a Broadwell. Los agentes hablaron bajo condición de anonimato.
Broadwell, que no ha sido acusada de ningún delito, no ha emitido comentarios públicos desde que estalló el escándalo la semana pasada.
Las noticias han dejado abierta una pregunta sobre el escándalo que llevó a la caída de una de las figuras públicas más respetadas de Estados Unidos: si una indiscreción privada puso en riesgo la seguridad nacional.
El presidente, Barack Obama, dijo el miércoles que no hay indicios hasta el momento de que se haya filtrado información clasificada como resultado de la relación entre Petraeus y Broadwell.
Fuentes informadas sobre la investigación dijeron el jueves que ninguno de los archivos clasificados encontrados en el ordenador de Broadwell provenía de la CIA. El material, afirmaron, al parecer era antiguo y anterior al comienzo del periodo de Petraeus en la agencia de espionaje en septiembre de 2001.
Como oficial de reserva del Ejército involucrada en inteligencia militar, Broadwell tiene permisos de seguridad para manejar documentos de naturaleza sensible. Bajo su consentimiento, el FBI llevó a cabo un registro de su casa en Charlotte, Carolina del Norte, el lunes por la noche.
Los permisos de seguridad con los que cuenta Broadwell no han sido suspendidos, pero podrían ser revocados al tiempo que la biógrafa podría afrontar duras sanciones si se determina que no custodió como era debido datos clasificados.
Funcionarios de seguridad creen que es posible que la investigación termine sin la presentación de cargos penales.
El escándalo también involucró esta semana al comandante estadounidense y de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, el general de cuerpo de marines John Allen.
Allen ha prometido responder las dudas respecto a lo que las autoridades han descrito como contactos inapropiados por correo electrónico con una mujer de Tampa, Jill Kelley, que está vinculada al caso de Petraeus.
Agencias