El equipo nacional no encuentra el equilibrio y el gol pero ante Nigeria cayó generando fútbol. Reapareció De Lujo Producciones y se recordó la Copa América con sus deudas pendientes
AFP/Wilfredo Lee Armando Naranjo HYPERLINK «mailto:donarmandonaranjo@gmail.com» \t «_blank» donarmandonaranjo@gmail.com @DonArmandoN Si se pone énfasis en el ataque, quedan huecos en la retaguardia. Si se cierra atrás, las oportunidades de anotar son escasas. En la continuación de esa lucha por obtener el equilibrio entre las fases del juego, la Vinotinto cayó ante Nigeria en otro amistoso que forma parte, precisamente, de esa búsqueda que dé base firme a las aspiraciones de participar en el mundial de fútbol Brasil 2014. Como suele ocurrir, no puede medirse el balance del encuentro por el marcador, que de paso no reflejó lo ocurrido sobre el deficiente engramado del estadio de los Marlins en Miami. Aunque ya va siendo tiempo de que los resultados acompañen los aciertos en el desempeño, vale rescatar algunas cosas positivas que, sin la necesaria consistencia, confirman un potencial aun por hacerse sentir. En lo colectivo, se confirmó la importancia de que estén en la media cancha, al lado de Juan Arango, Luis Manuel Seijas y César «Maestrico» González. El trío es generador de fútbol, como ningún otro, porque posee el toque, la visión y el atrevimiento para funcionar coordinadamente en el ataque, armando y llegando. Seijas, en particular, mostró su evolución desde que juega en Europa, desdoblándose con acierto para cumplir ambas funciones. Lamentablemente, el equipo lució frío al salir para el segundo tiempo., El descanso pareció sumirle en un letargo del cual tardó en salir, aunque igualmente generó algunas buenas oportunidades. Además, esa actitud dio facilidad al rival -que mostró, como se esperaba, fortaleza física, velocidad y toque- para hacerse del comando de ls acciones. En los goles, un bombazo que habría sorprendido a cualquier arquero (Dani Hernández volvió a destacar) y un par de anotaciones que pudieron evitarse con anticipación en la marca. Faltó concretar, en general, y en eso debe insistirse. Porque a pesar de los tres tantos, la defensa controló bien muchas situaciones, Vizcarrondo intervino con precisión, Rosales y Alexander González apoyaron a pesar de la velocidad de sus rivales por las bandas. En lo individual, llamó la atención el joven Gelmín Rivas. El artillero de Anzoátegui se hizo ver en varios lances y estuvo cerca del gol. Por cierto, dos llegadas a las redes nigerianas fueron anuladas, acertadamente (fuera de lugar en una peinada de Arango a tiro libre muy bien cobrado por «Maestrico» y mano de Rondón al bajar la pelota), quedando como una muestra más de las oportunidades generadas. Se dirá que «lo importante es ganar». En la competencia oficial, por supuesto. Y también conviene en los amistosos, por aquello de la autoestima, de la confianza indispensable de los jugadores en su trabajo y el del colectivo. Ahora bien, ante Nigeria faltó fuelle para mantener el ritmo ante un equipo que a la larga impuso su físico, pero se planteó un juego con matices ofensivos y «se perdió peleando» pues a pesar del 2-0 el equipo no dejó de buscar la remontada, que estuvo en el aire hasta el descuento, cuando se produjo el tercer tanto nigeriano. Otra cosa es encerrarse atrás a depender de un contragolpe fortuito o un lance a balón parado, generalmente concluido en incoloros empates a cero o, como casi siempre, en un 1-0 ante cualquier descuido. ¡Ah! y, de paso, reapareció De Lujo Producciones en la organización del evento, lo que hizo recordar a muchos la Copa América, por el dinero no devuelto a una parte importante de quienes compraron entradas con anticipación.