Las naciones europeas y Estados Unidos buscaban el viernes la forma de poner fin a 20 meses de guerra civil en Siria, dijo el encargado británico de política exterior.
El secretario de Relaciones Exteriores William Hague se reunió en Londres con Mouaz al-Khatib, jefe de la nueva Coalición Nacional Siria de la Oposición y las Fuerzas Revolucionarias, pero aclaró que Gran Bretaña no se sumará aún a Francia en el reconocimiento oficial del grupo opositor como representante del pueblo sirio.
Los representantes de Estados Unidos, Francia, Alemania y otras naciones acudieron a Londres para dialogar con el nuevo grupo opositor sirio, a fin de encontrar la mejor manera de respaldar a los oponentes del presidente sirio Bashar Assad y la necesidad de que los combatientes insurgentes respeten los derechos humanos.
«No podemos permanecer inactivos, no podemos limitarnos a decir que dejaremos las cosas como están en Siria, porque es una situación que se deteriora a pasos agigantados», dijo Hague a los periodistas. «Cómo respondemos debe ser sopesado, pensado a fondo».
Aunque Gran Bretaña ha insistido que no armará a los insurgentes sirios, Hague confirmó que su Consejo Nacional de Seguridad analizó la posibilidad de que sea derogado el embargo armamentista de la Unión Europea. El tema será analizado en una reunión que mantendrán el lunes los cancilleres europeos.
Francia planteó ya la posibilidad de enviar «armas defensivas» a los insurgentes de Siria — aunque Rusia, que ha respaldado al régimen de Assad con su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, advirtió que dicha medida violaría el derecho internacional.
«No debemos militarizar el conflicto… pero obviamente es inaceptable que haya zonas liberadas que son bombardeadas» por el régimen de Assad, dijo el jueves el canciller francés Laurent Fabius en una entrevista con la radioemisora RTL.
En Londres, Hague dijo que Siria «necesita una solución diplomática y política — una victoria militar de una parte contra otra sería un proceso largo y costoso en vidas humanas».
Según los activistas antigubernamentales, la Guerra civil en Siria ha causado más de 36.000 muertos desde marzo del 2011, cuando comenzó el alzamiento contra el régimen de Assad. La lucha y la huida de refugiados acabaron afectando a varias naciones fronterizas con Siria, incluyendo Israel, Líbano, Turquía y Jordania.
AP