Los Navegantes del Magallanes al parecer no llevan las estadísticas de Josh Kroeger, especialmente cuando el importado los enfrenta.
Con lo mal que se ha visto Jean Machí, no desde ayer, sino desde hace tiempo, el mánager Luis Sojo decidió darle la oportunidad de cerrar el juego ante los Leones del Caracas, a pesar de las críticas que ha recibido el lanzador por desperdiciar dos oportunidades de salvar durante la semana; y no usó a quien es considerado el futuro cerrador de los Tigres de Detroit, Bruce Rondón, quien ya está habilitado para cerrar en días seguidos, y tiene una recta de más de cien millas.
El resultado fue el mismo, Machí salió con las “tablas en la cabeza” y Kroeger nuevamente se vistió de héroe ante los bucaneros, esta vez con un jonrón para dejarlos en el terreno y conseguir la tercera victoria seguidas sobre sus eternos rivales, algo que no se veía desde hace mucho tiempo, al menos en temporada regular.
Pero tampoco se puede criticar ni fusilar a Machí por la actuación del jueves en la noche. Quizás faltó más estrategia de parte del mánager Luis Sojo.
Históricamente, Kroeger ha sido un bateador letal ante Magallanes, ya lo demostró el pasado domingo. Aún así, Sojo dejó que un derecho como Machí, con tantos problemas para salvar los encuentros, enfrentara a un zurdo peligroso y probado en la liga, sin tomar en cuenta el corredor con piernas rápidas que había en segunda (Marwin González), sin ver que la primera base estaba vacía y que en la pizarra reflejaba solo un out. Es cierto, a ningún manager le gusta embasar la carrera para perder, pero, ¡por Dios!, era Josh Kroeger, en el estadio Universitario y en un Caracas-Magallanes, donde cualquier cosa puede ocurrir.
Sojo, por cierto, no quiso hablar con la prensa al terminar el partido.