Transformar el Estado tiene distintas dimensiones, entre ellas, la legal, la cultural, la orgánica y la técnica. En algunas de ellas hemos iniciado el proceso de transformacion, el principal avance en esta dirección fue el proceso constituyente que permitió un nuevo pacto social que se expresa en la Constitución Bolivariana, donde entendemos al Estado como democrático y social de derecho y de justicia
Conseguir la eficiencia en la politica amerita tener claridad sobre qué queremos hacer, cómo lo que queremos hacer, cuándo lo vamos hacer, quién lo hará y con cuáles recursos se cuentan. Para tal fin, corresponde planificar la política pública. Luego, debemos tener una estructura, un equipo, una organización que esté diseñada y formada para cumplir con los objetivos que nos hemos planteado en el tiempo, con los recursos que se han definido. Y finalmente, debemos controlar y hacer seguimiento del funcionamiento, según lo planificado.
Venezuela se ha planteado construir una sociedad con la mayor suma de felicidad posible, con la mayor suma de seguridad social y con la mayor suma de estabilidad política, construir una sociedad socialista. Para ser eficientes en esta tarea, debemos tener muy claro el plan de trabajo, pero también que es preciso transformar el Estado burgués que hemos heredado. El Estado que hoy tenemos fue construido para otros objetivos, distintos a los nuestros. Fue construido para resguardar los intereses de la clase dominante y mantener a la mayoría de la sociedad sometida a la pobreza y en la ignorancia. Pretender hacer el socialismo con el Estado que tenemos sería similar a pretender ganar una carrera de Formula 1 con un tractor o trabajar el campo con un carro de carreras. Es decir, la estructura con la que pretendemos alcanzar nuestros objetivos debe estar pensada para dicha tarea.
Distintas dimensiones
Transformar el Estado tiene distintas dimensiones, entre ellas, la legal, la cultural, la orgánica y la técnica. En algunas de ellas hemos iniciado el proceso de transformacion, el principal avance en esta dirección fue el proceso constituyente que permitió un nuevo pacto social que se expresa en la Constitución Bolivariana, donde entendemos al Estado como democrático y social de derecho y de justicia. Esta dimensión legal ha estado acompañada de varias leyes que desarrollan los preceptos constitucionales. Sin embargo, es necesario afinar esta dimensión, ya que siguen existiendo leyes, previas a la Constitución, que contradicen la nueva visión de Estado y sociedad que nos hemos programado.
En la dimensión cultural también hemos avanzado. El proceso de masificación educativa, en todos los niveles, desde la alfabetización hasta al acceso a estudios universitarios, nos ha permitido tener una ciudadanía más preparada, y sumada al permanente debate político del cual somos parte. El nivel de comprensión de los modelos sociales y economicos nos permite ser ciudadanos más críticos y participativos, por tanto esta dimensión debe seguir afinándose, especialmente en quienes somos servidores públicos. Es necesario constituir una nueva mística, una nueva ética, una nueva estética del servicio público. Es fundamental que los servidores tengamos sentido de pertenencia y orgullo de la patria que estamos construyendo.
La dimensión orgánica es tal vez una de las dimensiones donde más retraso tenemos. Las formas, los esquemas, los métodos, el metabolismo que tiene nuestro Estado sigue siendo pesado, burocrático, lento, contradictorio y esto atenta contra la posibilidad de ser eficientes. Es necesario plantear esta dimensión con franqueza no para hacer caída y mesa limpia con la burocracia que tenemos, sino para que con ella reorganizarnos en función de los nuevos objetivos de la sociedad.
En cuanto a la dimensión técnica, partimos de que todo Estado amerita una burocracia, y ésta debe servir para hacer funcionar de la manera más eficiente la maquinaria del Estado. En la medida en que los integrantes de esta burocracia estén más preparados, desde el punto de vista del conocimiento, para cumplir sus tareas, estos serán más eficientes. En tal sentido, el Estado debe garantizar a sus servidores públicos una política permanente de formación y estímulos. La constante formación debe ser una exigencia para entrar y permanecer en la administración pública.
Plan del pueblo
El 7 de octubre se confrontaron dos modelos políticos diametralmente opuestos. Por un lado teníamos un candidato que claramente representaba los intereses de la burguesía y, en contraposición, teníamos un candidato que con toda franqueza dijo a los electores que, de ganar, trabajaría para construir el socialismo. El pueblo mayoritariamente eligió la construcción de una sociedad socialista. Ahora el presidente electo debe presentar ante la Asamblea Nacional su propuesta de gobierno, para que ésta sea aprobada como Plan de la Nación del próximo período constitucional.
En función de cumplir con el principio constitucional de la democracia participativa y protagónica, el presidente Chávez ha convocado a todo el país, incluso al que se opuso a su propuesta, a debatir en un proceso constituyente para la elaboración de este plan. La convocatoria debe ser amplia para incluir a la mayor diversidad de sectores de la vida nacional.
Para llevar este proceso constituyente adelante se han planteado algunas líneas de acción, entre las que destacan: el papel de nuestra militancia, que de forma organizada debe ser el principal motivador y difusor del programa de gobierno; la amplia ofensiva en la batalla de ideas que debemos dar con la ciudanía en este proceso; y generar el necesario empoderamiento popular en la elaboración, ejecución y control del plan de gobierno.
El proceso constituyente tendrá varias fases. La fase de lanzamiento y despliegue, que activará una convocatoria masiva a todos los sectores que quieran debatir el plan, la fase de debate y discusión, que se desarrollará mediante asambleas, puntos de discusión, buzones para recoger propuestas, especios abiertos para la discusión y debates en la web. Posteriormente se pondrán en práctica las fases de compilación, sistematización y presentación de resultados.
Para facilitar el debate son primordiales los principios de unidad de nuestro pueblo, el respeto mutuo, la crítica y la autocrítica, la honestidad en el debate, la tolerancia a las distintas posturas, la libertad para la discusión, el respeto a los acuerdos y la paciencia para permitir que todos los actores se expresen.
Los sectores que le tienen miedo a la democracia y a la discusión ya han salido a criticar este proceso, sin embargo, seguro estoy de que la gran mayoría de los venezolanos queremos intervenir en esta construcción colectiva, y para ello participaremos en este valioso proceso de ejercicio de democracia.
Lecturas políticas
n Héctor Rodríguez Castro
8 Hector@psuv.org.ve / Twitter: @HectoRodriguez
Ministro del Poder Popular para el Deporte