El teléfono recoge las vibraciones de los dedos mientras escribe sobre teclas invisibles en cualquier superficie
Aquí hay una nueva solución para el problema de los dedos gordos en los teléfonos pequeños: convierte tu escritorio –o mesa o lo que sea- en un teclado.
Eso es lo que Florian Kräutli demuestra en un video llamado “Teclado virtual de vibración” publicado en Vimeo hace un mes. Su software de teclado virtual –que aún no es público y que ha sido presentado en blogs como Co.DESIGN de Fast Company y designboom-, le permite ubicar su iPhone sobre una superficie plana y luego usar el área de en frente para escribir, informó CNN en español.
“Dispositivos de pantalla táctil, como los smartphones, no tienen método adecuado para escribir que pueda competir con los teclados mecánicos”, dijo Kräutli en una conferencia de prensa en la Universidad de Londres, en donde él estudia computación cognitiva. “El teclado virtual de vibración busca apaciguar la frustración que sienten los usuarios de smartphones cuando se enfrentan a la escritura de correos electrónicos extensos sobre una pantalla pequeña”.
El teléfono recoge las vibraciones de sus dedos mientras escribe sobre teclas invisibles en la mesa. Usando una aplicación llamada Sensor Monitor que aparece en el siguiente video, Kräutli puede tomar y medir esas vibraciones usando el acelerómetro del iPhone, un sensor que está dentro del teléfono. Un software que él creó traduce esas vibraciones -que son ligeramente diferentes según su cercanía al teléfono- en texto en la pantalla. En el video demo, eso no ocurre sin problemas o rápidamente, pero un corrector idiomático señala los errores.
El software requiere que uno lo entrene, según dice Fast Company:
El software que él codificó analiza el resultado del sensor en un MacBook en red. Todo lo que el usuario debe hacer es probar una nueva superficie -pulsar unos puntos y permitirle al software saber qué letra se quiere escribir- y el software de Kräutli numerará y ubicará las posiciones para el resto de teclas. Un usuario puede guardar esa superficie para que el software no tenga que volver a ser calibrado.
El bloguero Mark Wilson elogió el potencial del teclado virtual: “La creación de Kräutli es un impresionante mensaje sobre el futuro de las interfaces del usuario, en donde cada superficie se vuelve un conducto para una acción digital”.
Esa es la esperanza. Pero podría pasar algo de tiempo antes de que esa visión se vuelva una realidad. También vale la pena señalar que varias otras compañías e innovadores están trabajando en proyectos similares que están siendo comentados en el mundo de la tecnología. El grande en este campo es Microsoft, que hizo una demostración de su sistema Skinput en 2010. Funciona como el teclado de Krautli pero convierte a tu brazo en un teclado.
Agencias