Los rebeldes sirios tomaron una base militar importante en el norte del país, apoderándose de tanques, vehículos blindados y camiones cargados de municiones que según sus líderes permitirá fortalecer su lucha para derrocar al presidente Bashar Assad.
La caída en manos rebeldes de la base del 46to Regimiento del ejército sirio es un paso importante en la expansión de su control de las provincias de Idlib y Alepo, en el norte del país.
El general Ahmad al-Faj, del Comando Conjunto rebelde —un grupo de brigadas insurgentes_, dijo que atacaron la base el sábado y se apoderaron por completo de ella el domingo después de derrotar o capturar a todos los soldados en el interior.
Los periodistas de The Associated Press que visitaron la base, a unos 25 kilómetros (15 millas) al oeste de Alepo el lunes por la noche, no vieron rastro alguno de las fuerzas del gobierno, salvo los cadáveres de siete soldados. Los insurgentes vagaban con calma por la base, buscando algún botín en sus instalaciones.
Previamente el lunes, los reporteros de AP vieron decenas de rebeldes en una base insurgente cerca de la frontera con Turquía descargando camiones llenos de cohetes, morteros, proyectiles de artillería y fusiles que habían sido tomados de la base militar.
Al-Faj dijo que el golpe fue uno de los más importantes para los rebeldes desde que comenzó el levantamiento contra Assad en marzo de 2011. El conflicto, que comenzó con protestas pacíficas, se ha transformado desde entonces en una guerra civil, con decenas de grupos rebeldes luchando en todo el país contra las tropas de Assad.
«Vamos a darle este botín a nuestros combatientes que están tratando de derrocar al régimen», dijo. «Nunca tuvimos una batalla con tanto botín como esta».
Al-Faj agregó que siete rebeldes murieron en la batalla. Dijo desconocer cuántos soldados había en la base cuando comenzó la batalla, ni cuántos murieron, pero precisó que los rebeldes tomaron unos 50 prisioneros, quienes serán sometidos a juicio por un tribunal rebelde.
Activistas que se oponen al régimen sirio creen que unas 40.000 personas han muerto desde que comenzó la crisis siria hace 20 meses.
Damasco dice que los rebeldes son terroristas que reciben apoyo de potencias extranjeras que buscan destruir el país.
AP