El Presupuesto 2013 demuestra un total descontrol en el manejo de las finanzas públicas y no refleja las verdaderas prioridades de los venezolanos. Examinando en detalle el tema de la deuda pública, la cual ha venido creciendo insólitamente en un período de altos precios del petróleo. El Presidente actúa como un mal Padre de familia que a pesar de haberse ganado la lotería con ingresos extraordinarios, se ha endeudado hasta más no poder con la tarjeta de crédito hipotecando a la familia.
Si sumamos toda la deuda pública, tanto interna como externa, incluyendo Gobierno Central, PDVSA, Fondo Chino, etc. tenemos un estimado de unos 176 mil millones de dólares que debemos actualmente todos los venezolanos. Eso equivale a que cada familia tiene una deuda de unos 325 millones de bolívares de los viejos. ¿Cómo se justifica esto con un precio del petróleo que supera los 100 dólares por barril? ¿Cómo podemos estar hipotecando a nuestros hijos y nietos de esta manera?
Ahora bien, la pregunta es: ¿cómo afecta esta inmensa deuda al Presupuesto del año 2013? Según la información presentada por el Gobierno, está previsto pagar el próximo año en el servicio de esta inmensa deuda más de 78 millardos de bolívares fuertes. Este monto supera en 45% todo el Impuesto sobre la Renta que pagarán los venezolanos y las empresas que operan en el país durante el año 2013 completo. Ese monto también equivale a casi dos tercios de todo el IVA que pagaremos los venezolanos cada vez que compremos algo. Así que al recibir cada factura fíjese en lo que usted paga por IVA y recuerde que 2 de cada 3 bolívares de eso se va en pagar intereses de una deuda que el Gobierno asumió sin pensar en el bolsillo de los venezolanos, para quienes nunca alcanza lo poco que ganan.
Lo peor es que este Presupuesto no se corresponde con las verdaderas prioridades de los venezolanos. Este monto de servicio de deuda, es decir 325.000.000, supera a todo lo previsto para todas las Gobernaciones y Alcaldías del país; es un 70% superior a todo el presupuesto para Educación, tanto integral como universitaria; es casi 2 veces y media todo el presupuesto para Salud; es más de 7 veces superior a todo el presupuesto para la Justicia, y más de 30 veces lo previsto para Seguridad Ciudadana. ¿Cómo se entiende esto? Si fuera una familia tenemos que los intereses de la tarjeta de crédito superan lo que se destina a la educación de los hijos, o a la salud o la seguridad de la familia.
Por eso, tenemos que seguir luchando para consolidar un muro de contención democrática ante un Gobierno que pretende hacer lo que le da la gana, ignorando por completo a la mitad del país que buscamos un camino mejor para todos por igual.
Julio Borges
Twitter: @JulioBorges