Los rebeldes se ampararon de una «gran parte» del aeropuerto militar de Marj el Soltan, a 15 km del este de Damasco, donde destruyeron dos helicópteros, según el Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH). Las tropas del régimen utilizaban esos helicópteros para ametrallar los pueblos y localidades de la región
BEIRUT. El ejército sirio bombardeaba el domingo los alrededores de Damasco, donde murieron unas veinte personas, con lo que la batalla de Siria parece concentrarse en torno a la capital, de donde el régimen está dispuesto a alejar definitivamente a los rebeldes.
Estos bombardeos se producen al día siguiente de una sangrienta jornada –85 muertos el sábado en todo el país– en la que los rebeldes lograron tomar una parte importante de un aeropuerto militar, según fuentes opositoras.
Los rebeldes se ampararon de una «gran parte» del aeropuerto militar de Marj el Soltan, a 15 km del este de Damasco, donde destruyeron dos helicópteros, según el Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH). Las tropas del régimen utilizaban esos helicópteros para ametrallar los pueblos y localidades de la región.
Sin embargo, las tropas permanecían presentes en los alrededores del aeropuerto, y seguían bombardeando la mayoría de las localidades cercanas.
Los rebeldes instalaron sus bases de retaguardia en esta región de vergeles, que rodean la capital, adonde lograron acercarse y obtener algunas victorias durante el verano pasado. Sin embargo, fueron luego expulsados de ella por las fuerzas del régimen.
Los medios de prensa oficiales afirman regularmente que las tropas gubernamentales matan cada día a numerosos «terroristas», término con el que las autoridades designan a los rebeldes.
Al mismo tiempo, en la provincia de Deraa (sur), los insurgentes atacaron el sábado un campamento de guardafronteras cercano a Jordania, pero se retiraron el domingo por temor a los bombardeos aéreos.
Las tropas del régimen recurren a estos bombardeos por aire cada vez que se ven obligados a retroceder en los combates en tierra, según Rami Abdel Rahman, jefe del OSDH.
Según un balance provisional del OSDH, que apoya sus informaciones en una red de militantes y fuentes médicas, 37 personas perecieron el domingo, de ellas 18 en Damasco y sus alrededores.
En el plano diplomático, el jefe del parlamento iraní Ali Larijani se entrevistó en Turquía con el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, un día después de haberse entrevistado con el presidente sirio Bashar Al Asad en Damasco. Nada filtró de estas conversaciones.
Gran aliado de Siria, Irán condenó con dureza la eventual instalación de misiles Patriot cerca de la frontera siria, algo que considera como una «nueva provocación» de Turquía, que a su vez apoya a la rebelión siria.
Rusia también denunció este despliegue, pero la OTAN aseguró que se trata de una medida «únicamente defensiva».
El primer ministro ruso Dmitri Medvedev se entrevistará el martes en Paris con el presidente francés François Hollande.
Sobre Siria, admitió el embajador ruso en Francia, Alexandre Orlov, «hay una divergencia importante. Los occidentales dicen que hay que empezar con la salida de Bashar Al Asad, y nosotros pensamos que hay que terminar (las negociaciones) llegando a ese punto».
Según él, los occidentales razonan a demasiado corto plazo sin medir el riesgo de una Siria wahabita y salafista».
En total, más de 40.000 personas han perecido desde que se inició hace 20 meses la revuelta en Siria, convertida ahora en enfrentamiento abierto, según el OSDH.
El ejército sirio bombardeaba el domingo los alrededores de Damasco, donde murieron unas veinte personas, con lo que la batalla de Siria parece concentrarse en torno a la capital, de donde el régimen está dispuesto a alejar definitivamente a los rebeldes.
Los rebeldes instalaron sus bases de retaguardia en esta región de vergeles, que rodean la capital, adonde lograron acercarse y obtener algunas victorias durante el verano pasado.
En total, más de 40.000 personas han perecido desde que se inició hace 20 meses la revuelta en Siria, convertida ahora en enfrentamiento abierto, según el OSDH.
AFP