Los resultados de la investigación, publicada en la edición del 22 de noviembre del New England Journal of Medicine (NEJM), siembran nuevas dudas sobre la eficacia de las mamografías, un examen recomendado, pero, también, objeto de controversia
Más de un millón de mujeres estadounidenses recibieron tratamientos contra el cáncer de mama innecesarios e invasivos en los últimos 30 años, debido a las mamografías de rutina que detectaron tumores inofensivos, según un estudio publicado este jueves.
Los resultados de la investigación, publicada en la edición del 22 de noviembre del New England Journal of Medicine (NEJM), siembran nuevas dudas sobre la eficacia de las mamografías, un examen recomendado, pero, también, objeto de controversia. El objeto de la mamografía es detectar los tumores antes de que se extiendan y se conviertan en más difíciles de tratar.
«Concluimos que las mamografías detectaron tumores que jamás se desarrollaron hasta provocar síntomas clínicos en 1,3 millones de mujeres en los últimos 30 años», explicaron los autores del estudio, Gilbert Welch, de la Facultad de Medicina de Dartmouth (Nuevo Hampshire, noreste de Estados Unidos) y Archie Bleyer, de la Universidad de Ciencias de Oregon (noroeste).
Los tratamientos contra el cáncer de seno suponen a menudo intervenciones médicas complejas -cirugías, tratamientos radiológicos, terapias hormonales y quimioterapias-, que son preferibles evitar en los casos en que no sean indispensables, señala el estudio.
Los investigadores analizaron datos epidemiológicos para determinar la frecuencia de los tumores de seno descubiertos de manera precoz y los casos de cáncer diagnosticados en un estado avanzado en mujeres de 40 años en adelante, entre 1976 y 2008.
Después de que el uso de la mamografía en Estados Unidos se volvió sistemático, la cantidad de casos de cáncer de mama detectados en la fase inicial se duplicó, pero la tasa de mujeres diagnosticadas de cáncer avanzado bajó solamente un 8%.
Según los investigadores, las mamografías no han logrado detectar efectivamente los cánceres avanzados, pero paralelamente condujeron a un diagnóstico excesivo de esta enfermedad en la etapa inicial, correspondiente al 31% en 2008, porcentaje que equivale a 70.000 mujeres.
El estudio concluye que la fuerte baja de la mortalidad resultante del cáncer de seno se explica principalmente por la mejora de los tratamientos y no por la detección temprana de los tumores a través de las mamografías.
Esta investigación se suma a otros trabajos publicados en años anteriores que cuestionan la utilidad de las mamografías de control.
Joel Saget / AFP