A lo largo de su vida, Clifford Olson fue detenido en 90 ocasiones por violación, fraude y finalmente, por el asesinato de 11 niños y adolescentes
“Para mí, si hubiese una imagen del diablo, sería Clifford Olson.” Con estas palabras el oficial de policía Fred Maile describió al diario Vancouver Sur al criminal que acababan de sentenciar a 11 cadenas perpetuas por el asesinato de 11 niños en la población de Vancouver en Canadá.
Clifford Olson fue el más despreciable asesino en serie de Canadá. La macabra historia se desarrolló desde noviembre de 1980 hasta julio de 1981, fechas entre las que desaparecieron varios niños y jóvenes en los pueblos cercanos a Vancouver, los cuales fueron atacados sexualmente, asesinados y mutilados por quien fue conocido como el “Asesino de Niños”.
Sin piedad
Clifford Olson nació el 1ero. de enero de 1940 en Vancouver, Canadá. En su niñez ya se perfiló como un abusador, molestando continuamente a sus compañeros, pero fue a partir de los 10 años cuando comenzó su carrera criminal, la cual iba en escalada conforme se hacía mayor, pues durante su adolescencia cometió atracos y robos a mano armada y hurto de vehículos, entre otros delitos.
La vida penitenciaria de Olson comenzó en sentencias por delitos menores a los 17 años. Fue recluido en la Penitenciaría de British Columbia en 1974 y durante su estadía atacó sexualmente a un convicto más joven y tras ser puesto en libertad, asaltó a una niña de siete años, siendo este el principio de su comportamiento homicida y de la depravación sexual con la que ejecutó sus asesinatos.
La estadía de Olson en prisión fue complicada debido a que se enemistó con el resto de convictos por abusar físicamente de los más jóvenes y por hacer el papel de soplón con los guardias. Optó por estudiar leyes y así comenzó a enviar cartas al estado quejándose del mal servicio y de las instalaciones de la prisión, por ello se ganó también el desprecio de los guardias.
Debido a las enemistades que se procuraba entre los reos y entre los guardias, Olson rotaba de prisión en prisión, pues era la única manera de evitar que lo asesinaran. En las cárceles conoció al asesino de niños de British Columbia, Gary Francis Marcoux, quien estaba preso por violar y asesinar brutalmente a una joven.
Sus encuentros con Marcoux le sirvieron para traicionarlo, pues informó a las autoridades detalles sobre la actuación de éste. Olson logró su objetivo: por la ayuda ofrecida a la policía recibió recomendaciones para salir bajo palabra de prisión, pero también desarrolló un apetito por la pornografía infantil. Olson fue liberado en 1978.
Saga homicida
La desaparición de Christine Weller, una niña de 12 años, en noviembre de 1980, no llamó mucho la atención de la policía, sin embargo, un mes después encontraron su cadáver, que había sido atacado sexualmente para después ser mutilado. Esta pequeña luego fue conocida como la primera víctima fatal de Clifford Olson.
La saga homicida continuó en abril de 1981, cuando la policía empezó a recibir varios reportes de niños y jóvenes desaparecidos, cuyos cuerpos eran finalmente localizados con evidentes signos de violencia y ataques sexuales.
Cuando la policía inició la investigaciones de estos casos y armó una lista de sospechosos el nombre de Clifford Olson estaba en ella, pero incluso así el sujeto logró matar a cuatro jóvenes más en la última semana de julio de 1981. Finalmente y tras varias sospechas en torno a él, fue arrestado el 12 de agosto de 1981, cuando mantenía a dos chicas secuestradas en un paraje solitario.
Tras revisar el vehículo, los policías encontraron una libreta verde con la dirección y el nombre de Judy Kozma, una de las chicas asesinadas, lo cual fue evidencia suficiente para acusarlo del asesinato de la chica. Ya detenido, Olson tuvo la idea de vender la ubicación de los cuerpos que él había enterrado, cobrando 10 mil dólares por cadáver y aunque la policía se negó a pagar, el abogado del distrito general de Canadá aceptó crear un fideicomiso para el hijo de Olson y su esposa.
El homicida aceptó y cumplió con su parte del trato y al final de toda la negociación se le pagó el acuerdo convenido que se estima que entre 90 mil y 100 mil dólares, manchados de la sangre de 11 niños inocentes. Cuando el trato que hizo la policía con Olson llego a la prensa, la comunidad canadiense se estremeció, por lo descabellado que se consideraba que un asesino de niños recibiera dinero por sus crímenes.
Al final del todo el horror, Clifford Robert Olson, fue enjuiciado y condenado por 11 cargos de homicidio en primer grado y sentenciado a 11 cadenas perpetuas. Por años, el sujeto siguió escribiendo cartas a las cortes canadienses para que consideraran la posibilidad de otorgarle la libertad condicional, hasta que el 30 de septiembre del 2011 falleció a causa de un cáncer terminal a la edad de 71 años.
Espantoso asesinato
A pesar de que Clifford Olson asesinó a 11 niños, hubo un caso que infundió pánico y terror en los residentes de Vancouver: la desaparición del pequeño Simon Partington de nueve años, el 02 de julio de 1981. El pequeño había sido visto por última vez en su bicicleta cuando iba a casa de un amigo a terminar un proyecto estudiantil, vestido con unos jeans y una camiseta azul. El cuerpo mutilado de Simón apareció poco después, presagiando que ningún infante estaba a salvo en la zona
Edda Pujadas
Twitter: @epujadas