12 familias se mantienen apostadas a las afueras del Palacio de Miraflores, en espera de un techo que los acoja, luego de haber sido obligados por grupos violentos a dejar las viviendas que les fueron adjudicadas en la ciudad de Charallave
20 días llevan durmiendo en la calle un grupo de 12 familias entre ellos 21 menores de edad, luego de haber sido desalojados del refugio Willian Lara, en Petare, por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Los afectados dijeron que fueron trasladados al albergue debido a que fueron obligados a salir de las viviendas adjudicadas por el Gobierno en el complejo habitacional Santa Rosa, sector 3, en la carretera Charallave-Ocumare, debido a grupos armados que dominan el lugar.
No obstante, luego de su salida del albergue se han mantenido en la calle ante la negativa de las autoridades de brindarle un espacio en otro refugio. Y es que aseguran que pese a las denuncias hechas por los afectados a los colectivos violentos que operan en el lugar, los organismos de seguridad no se han dado a la tarea de investigar la situación.
“Ellos nos dicen que no nos pueden llevar a un refugio ni darnos casa, porque ya nos la dieron y nosotros las abandonamos y que tenemos que volver. Pero no podemos si regresamos nos van a matar”, sentenció de Oswaldo Reyes.
Agresión oficial
Margarita Utria, quién forma parte de las 12 familias que desde hace 20 días duermen a las afueras del Palacio de Gobierno, sufrió una fractura en el brazo luego de una presunta arremetida contra los manifestantes por parte de funcionarios de la Polícia de Caracas.
El hecho sucedió alrededor de las 5:00 de la tarde del lunes, cuando una comisión del organismo de seguridad hizo presencia en el lugar para ordenarles a las personas que se retiraran del sitio ante la negativa de éstos, los efectivos los sacaron a la fuerza.
“Me partieron el hueso y ahora tengo que ser operada, tengo un bebé de dos años al que no puedo cargar”, lamentó la mujer.
De igual forma, indicaron que parte de sus pertenencias (carpas, ropa, sábanas,etc ) fueron tomadas por los oficiales y aún no se las han devuelto.
“El corral y los teteros de los niños se los levaron, no sabemos si los botaron o que hicieron con eso porque fuimos buscarlo y nos dijeron que ellos no lo tenían”, expresó.
En ese sentido, indicaron estar ahí por necesidad ya que no tienen otro lugar a donde ir. “No estamos pidiendo una casa pero si un techo en donde nuestros hijos puedan dormir”, dijo la joven.
Nelyabith Bello
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