Más de una de cada cinco mujeres con cáncer de mama temprano dijo que se le atribuía demasiada responsabilidad en la decisión terapéutica y eran más propensas a arrepentirse de las decisiones tomadas, señala un nuevo estudio.
Para los autores, esto no quiere decir que las mujeres no deberían recibir toda la información sobre las opciones terapéuticas, sino que los médicos deben utilizar nuevas formas de comunicarse con las pacientes, en especial con aquellas con menor nivel de educación formal.
«Algunas mujeres se sienten superadas por la cantidad de opciones terapéuticas disponibles, sobre todo cuando no reciben también las herramientas para comprender y comparar sus beneficios y sus riesgos», escribe el equipo de Jennifer Livaudais en Journal of General Internal Medicine.
Los autores, de la Facultad de Medicina de Mount Sinai de Nueva York entrevistaron a 368 mujeres recién operadas para extirparles un tumor mamario precoz en uno de ocho hospitales de la ciudad. El equipo repitió la entrevista a los seis meses.
La mayoría dijo que le costaba comprender la información médica y menos de un tercio conocía los posibles beneficios de la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.
El 21 por ciento de las pacientes que sentía demasiada responsabilidad con la decisión terapéutica y el 7 por ciento que percibía que no se le atribuía demasiada responsabilidad en la toma de decisión carecían de educación formal y conocimiento de los beneficios del tratamiento.
Las mujeres pobres también eran más propensas a sentir que participaban demasiado o muy poco en sus tratamientos.
A los seis meses del inicio del tratamiento, dos tercios en los dos extremos del espectro se reprochaban algunas de sus decisiones originales, comparado con un tercio de las pacientes que habían percibido «un nivel razonable» de responsabilidad en las decisiones terapéuticas.
El Instituto Nacional del Cáncer estima que a una de cada ocho mujeres se le diagnosticará un cáncer mamario; el riesgo es más alto en las mujeres con ciertas mutaciones genéticas.
El doctor Steven Katz, de la University of Michigan, sostuvo que los médicos cuentan actualmente con más herramientas para individualizar los tratamientos. Eso significa también que las opciones terapéuticas exigen considerar información cada vez más compleja.
Recomendó que lo mejor para tomar una buena decisión es contar con un equipo médico, un cirujano experimentado, un oncólogo clínico, un radiólogo y un cirujano plástico, que compartan sus ideas.
«El objetivo (del estudio) no es que las mujeres no reciban la mejor información sobre las opciones terapéuticas, sino que es necesario individualizarla aún más», dijo Livaudais, que ahora trabaja en University of California, San Francisco.
La autora recomendó que los médicos les pregunten a sus pacientes qué nivel de responsabilidad desean asumir en las decisiones terapéuticas. «Algunas prefieren (…) recibir la información con un lenguaje simple y otras que los médicos hagan sus recomendaciones».
Agencias