Las cadenas de mensajes es una práctica habitual en internet que se benefician del desconocimiento e inocencia de los usuarios. Servicios como Messenger, Hotmail o Facebook las han sufrido.
En internet circulan numerosas leyendas urbanas. Casi al mismo instante en el que un servicio en internet comienza a popularizarse surgen las cadenas de mensajes en las que se rumorea que a partir de fechas venideras cobrarán por su utilización, algo que pese a que los expertos lo califican de «ser inocentes» digitalmente hablando, se extiende de forma viral como la pólvora.
«Es una constante en internet desde los primeros pasos de Hotmail, que es hasta donde llega mi memoria. ¿La causa? El analfabetismo digital generalizado en España. Antes muchos de estos mensajes contenían algún software malicioso, aunque últimamente lo único que hacen estos mensajes es saturar la red de tráfico basura, llegando a crear problemas a la empresa de la que hablan», señala a este diario Jorge J. Ramos, experto en tecnología.
Sucedió con Messenger, el rey de la mensajería instantánea durante muchos años, que ha sufrido numerosas cadenas de mensajes en el que se aseguraba que si los usuarios no lo reenviaban. Por supuesto con Hotmail. La aplicación de «moda» Whatsapp, con 10 millones de usuarios estimados solo en España, tuvo que hacer frente a una nueva crisis, esta vez con los fallos en los servidores que provocaron la incidencia «Error, status unavailable», que viene a sumarse a otros problemas como «doble check», los problemas de privacidad o sus constantes caídas de servidores.
Muchos achacaron este colapso como consecuencia del envío masivo de una cadena de mensajes que causó temor por parte de muchos de sus usuarios. «WhatsApp nos va a costar dinero muy pronto. La única manera de que lo sigas teniendo gratis es siendo un usuario habitual, es decir, tener al menos diez conversaciones abiertas. Sólo tienes que mandar este mensaje a diez personas y el logo de WhatsApp pasará a estar rojo», rezaba el mensaje.
La compañía lo negó en su blog alegando que se trataba de «un engaño» y que se sentían «halagados» aunque preferían «trabajar en mejorar servicios en vez de desmentir historias tontas como estas». Lo cierto es que la compañía advierte que el primer año es gratuito y, al siguiente año, habrá que abonar 0.99 dólares anuales, aunque desde el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco) ha aconsejado que, para evitar ser engañado con trucos de ingeniería social, se configuren correctamente las opciones de seguridad en el «smartphone» y «se utilice el sentido común» como no creer todos los mensajes que se reciban, no entrar en el juego de reenviar cualquier mensaje que se reciba, no pinchar en enlaces cuya procedencia es desconocida e instalar un antivirus actualizado en el dispositivo.
Agencias