Luego de seis temporadas como el rostro de la Major League Soccer en el mundo, David Beckham cree que nadie debería de dudar que la lige profesional de Estados Unidos se encuentra en un primer nivel.
En realidad, lo que le molesta al mediocampista inglés es el uso de la palabra «soccer».
«Incluso después de seis años, aún no me acostumbro a decir soccer», dijo Beckham el jueves con una sonrisa. «Aún hay momentos en que digo fútbol». Para mí, siempre será fútbol, pero me he tenido que adaptar con los años. Creo que no lo he hecho tan mal, al menos en el último año».
Aunque se despedirá del Galaxy de Los Angeles después de la final de la liga del sábado, Beckham planea tener un papel activo en el crecimiento de la MLS de manera indefinida. Empezó sus últimos días de competencia en el uniforme del Galaxy con una sesión de entrenamiento para el último partido de los campeones vigentes ante el Dynamo de Houston.
Beckham aún no ha dicho cúal será su próximo club, y esquivó referirse a los rumores que le vinculan a lugares tan diversos que van desde Sydney hasta Mónaco. Pero reiteró su compromiso con la MLS, tanto como un futuro dueño de equipo y para apoyar al fútbol estadounidense.
Se declaró convencido de que la oleada de estrellas internacionales en la liga seguirá en aumento.
También contó que se encargó de mencionarle al delantero Robbie Keane las virtudes de la MLS antes de que el irlandés se uniera al Galaxy el año pasado. Y contempla ayudar al Galaxy en la búsqueda de su reemplazo para la próxima temporada.
«Cuando llegué aquí me comprometí con este equipo y me comprometí para que la liga creciera», dijo Beckham. «Sólo porque ya no juegue aquí después del fin de semana, no quiere decir que mi compromiso ha cambiado. Hare lo que sea para mantener a jugadores como Robbie Keane y Thierry Henry viniendo a la liga. Cualquier cosa que yo pueda hacer en ese sentido, las haré».