La justicia es una balanza, no exclusiva de los que detentan el poder”
No hay duda que Nelson Mandela es el arquetipo de la política y de la jurisdicción universal para convivir en paz. Por ello, fue merecedor del Premio Nobel de la Paz en el año 1993. Fue visitado en el hospital donde convalecía, por el Ministro de Justicia por orden del Presidente Pieter Pillen Botha, quien estando reticente, Mandela le tendió la mano con afecto y hablaron. Botha, comenzó con el desmontaje del apartheid, murió pero su sucesor, el Presidente Frededriek De Klett, continuó hasta el final y liberó a Mandela en 1990, habiendo estado por 27 años en prisión. Klett también recibió el Premio Nobel de la Paz en 1993.
Nelson Mandela fue elegido Presidente en 1994 y se dictó la Ley para la Promoción de la Unidad Nacional y la Reconciliación en 1995, creando la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, presidida por el Arzobispo Anglicano Desmond Tute, quien impuso el lema “Sin perdón no hay futuro…”. Hubo oposiciones del objeto de la Comisión quienes consideraban que era una vía de impunidad, pero la mayoría de los sudafricanos, la aplaudieron. La Comisión se centraba sin persecución, esclarecer los hechos ocurridos y que las víctimas o familiares pudieran ser indemnizados. Mandela se aferró en el perdón para la pacificación de Sudáfrica “El perdón como motor de la historia”. Al integrar su gabinete, Mandela designó a cuatro funcionarios de alto nivel del gobierno de los blancos.
La Comisión de la Verdad y la Reconciliación motivó a más de treinta países y cuyo objetivo es “no volver atrás”, sin odios.
En Venezuela fue promulgada el 25 de noviembre de 2011, la “Ley para Sancionar los Crímenes y otras violaciones de los Derechos Humanos por razones políticas en el periodo 1958-1998”, creándose la “Comisión para la Justicia y la Verdad”. Una Ley y Comisión eminentemente punitiva e inquisitoria, por que no es propiamente para la reconciliación, el perdón y la paz, sino por el contrario, la imputación global de funcionarios policiales y militares de 1958-1998. Comisión integrada por funcionarios del gobierno y facultando a la Fiscalía General para que actuara en “vindicta pública”, es decir, con fines de venganza.
Todas esas personas en esos años, 1958-1998, tienen hoy mas de setenta años de edad y muchos han muerto y es injusto que sus hijos y nietos sean estigmatizados ante la sociedad. Una real investigación debería iniciarse desde Colón hasta Chávez. El genocidio de los conquistadores; los fusilamientos ordenados por Bolívar; el federalismo, Gómez y Pérez Jiménez; los muertos en la invasión castrista por Machurucuto, la tentativa de magnicidio contra Rómulo Betancourt, el porteñazo y el carupanazo; las guerrillas urbanas y en las montañas; el 4 de febrero y el 27 de noviembre de 1992; el Caracazo, Brito y Afiuni, etc, etc.
Los funcionarios civiles y militares que actuaron en defensa de la democracia y de los gobiernos legítimamente constituidos, sin justificar los excesos, no han tenido una Comisión de la Verdad. 02-12-12
Cesáreo José Espinal Vásquez
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