La saga sobre el escenario criollo en las librerías caraqueñas
140 entrevistas, crónicas y críticas de eventos realizados entre el 1 de septiembre de 2011 y el 30 de agosto de 2012, escritas en un estilo sencillo y directo, en 360 páginas, reúne Teatro 2012 / Apuntes para su historia en Venezuela, editada por Kairos Producciones, la más reciente publicación de Edgard Antonio Moreno-Uribe, periodista, dramaturgo y crítico teatral.
Observador acucioso
E. A. Moreno-Uribe, observador acucioso, nos descubre en cada una de sus crónicas, un modo distinto de contemplar, admirar, juzgar y comprender el espectáculo teatral; con su estilo, directo o metafórico, entra en las bambalinas para mostrarnos obras y autores.
Diletante puntual de las artes escénicas, ha dejado constancia, durante casi cuatro décadas, ininterrumpidas, de todo cuanto sucede dentro y fuera de los teatros, en el proscenio, en el escenario, y tras bambalinas. Una materia esencial que contribuye y contribuirá al estudio de la evolución estética y social del teatro venezolano.
Dado el peculiar carácter del espectáculo teatral, son escasos los testimonios que podemos conocer sobre las condiciones en que se desarrolla la actividad teatral. Las 26 publicaciones, hasta el momento, de E.A. Moreno-Uribe, se convierten en una herramienta para conocer qué géneros tienen mayor aceptación, qué pugna hubo entre lo mal llamado comercial y lo renovador y quiénes fueron sus protagonistas.
El pan teatral
“El pan teatral”, así titula, E. A. Moreno-Uribe, el introito de “Teatro 2012/ Apuntes para su historia en Venezuela”, donde nos cuenta la historia del teatro contemporáneo venezolano, que no es que la historia del país:
“El teatro venezolano ha sido, es y será revolucionario. Sus artistas, los dramaturgos y su oceánico público así lo han demostrado a lo largo de 412 años, aunque en ocasiones surgen detractores y enemigos encubiertos que tratan de asfixiarlo, de quitarle espacios, de desviarle los recursos del Tesoro Nacional que le pertenecen por ser una crítica manifestación cultural, y hasta han pretendido matar por hambre a sus hacedores. El teatro venezolano no es complaciente, ni frívolo, ni tampoco tarifado, ni servil; prefiere comerse las migajas del banquete antes que deshonrarse”
“Hay que recordar, que Rómulo Betancourt liquidó a tres teatreros- el actor, (periodista radial, y educador), César Burguillos; Oswaldo Orsini, (estudiante de Arquitectura de la UCV); y el hijo de María García- quienes participaron en aquellos revoltosos alzamientos contra su régimen; pero el teatro no feneció ni siquiera ante el plomo de las pistolas adecas y copeyanas, como lo decía el dramaturgo Gilberto Pinto”.
“Hasta ahora nadie ha podido hacerlo claudicar ni desaparecer de los escenarios y el boom del mal llamado teatro comercial es muestra de como sus creadores si pueden sobrevivir gracias a la imaginación, pero sin claudicar en su filosofía de denuncia contra las injusticias, contra los desatinos de los gobiernos y siempre en contra de las exclusiones. La comedia aparentemente sosa o banal tiene un veneno dirigido contra el poder, porque el teatro es arma revolucionaria y por eso le temen o pretenden ignorarlos los llamados “poderosos”.
“El teatro siempre ha estado en la acera del frente pero sin poner en tela de juicio su amor patrio”.
“En medio de ese sórdido panorama de incertidumbres y contradicciones para la sobrevivencia del arte escénico, a finales del año 2011, en Fundarte, la mano cultural de la Alcaldía de Caracas y el Gobierno del Distrito Capital, planificó y materializó una muestra del teatro contemporáneo, ese que estaba en la cartelera o en las despensas de los teatreros, y fue así que se puso en marcha, del 11 al 25 de noviembre, el Festival de Teatro Caracas 2011 (FTC 2011) con la intervención de 80 agrupaciones y sus 600 actores para realizar más de 160 funciones en 13 salas, ocho espacios públicos recuperados y 30 espacios comunitarios. Esas salas no cerraron durante el 2012 y han servido para que las nuevas generaciones y algunas veteranas se exhiban ante la comunidad, gratis o con una módica entrada. Ha sido el pan de los ciudadanos y la alegría para sus artistas, al tiempo que el teatro comercial le roba fuego al cielo para incendiar sus escenarios y convencer a sus clientes, quienes tienen que pagar sin chistar por lo que les ofrecen”.
“En este 2012 se intensificó la presencia de la generación del relevo, formada en Unearte y en los talleres de Rajatabla, entre otros, con lo cual las artes escénicas siguen vigorosas. Y para cerrar esta visión a vuelo de pájaro de lo ocurrido, no podemos ignorar la reaparición del Festival Internacional de Teatro de Caracas, con otro formato. Llega el 2013 y el teatro por supuesto no desaparecerá”
La trayectoria
Edgar A. Moreno-Uribe, ha laborado en Últimas Noticias y El Mundo, La Verdad y El Diario de Caracas. En la actualidad, mantiene sendas columnas dominicales en La Voz y Últimas Noticias. Ha escrito libros como Carlos Giménez /Tiempo y Espacio; Sida, Homosexualidad y Otros Teatros; El Arte del Sida; Rodolfo Santana como es; ¡Bravo! Primera Década de la Compañía Nacional de Teatro; y Carlos Giménez / Antes y Después. El aporte de Moreno-Uribe, a la biblioteca del teatro venezolano suma, con esta última entrega, un total de 26 publicaciones, valioso esfuerzo que nos propone una visita guiada al particular universo del teatro, con sus obras y puestas en escena, y sus personajes reales y ficticios, que han marcado su propia biografía, como periodista, crítico teatral y dramaturgo