Así lo manifestó Hamilton Martínez, empresario colombiano, quien inició por segunda vez en un año una protesta frente a la Embajada de Colombia a fin de buscar una respuesta definitiva por parte del Estado venezolano que le prometió reparar su hotel, dañado por la estadía de damnificados. Sin embargo, cuatro meses después “aún sigue esperando”
Nada ha cambiado… igual que hace cuatro meses como lo reseñó el diario La Voz, Hamilton Martínez, empresario colombiano, nuevamente se encadenó y ahora está realizando una huelga de hambre frente a la embajada de su país desde hace cinco días, para exigir a las autoridades competentes que respondan por los daños causados a su negocio –un hotel turístico en Margarita, Nueva Esparta- por damnificados que lo habitaron por 16 meses en condición de refugio.
A finales del mes de julio, tras una protesta que duró una semana, Hamilton fue atendido en el despacho del entonces ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami, donde le fue prometido la activación de una comisión presidencial que acudiría reparar los daños de las 94 habitaciones y su vivienda personal que también fue utilizada como albergue. Sin embargo, aún sigue esperando.
“Ya esta es la tercera vez que me engañan, la diferencia es que en la última ocasión fui atendido cara a cara con el alto funcionario que me dio su palabra, ofreciéndome cielo y tierra, hasta viajé con la comisión presidencial que asignaron, los cuales revisaron el hotel y quedaron iniciar los trabajos el lunes siguiente, pero pasó ese día, pasó el mes y nunca acudieron”, recordó Martínez.
De la misma forma, indicó en las dos ocasiones anteriores fue recibido por el ahora candidato a la gobernación de Nueva Esparta, Carlos Mata Figueroa y el entonces vicepresidente, Elías Jaua, pero “sus palabras se las llevó el viento, por que el hotel sigue igual o peor que antes”.
“Si la palabra de un ministro aquí no vale, si el acuerdo que realizan con una embajada extranjera no tiene poder ¿qué me queda a mí? Yo sé que a ellos no les duele, pero a mí sí, por eso no puedo más que exigir a través de estas acciones que se me devuelva lo que me corresponde”, manifestó el empresario.
“En manos del Gobierno”
Martínez, expresó que desde hace nueve meses su hotel fue completamente desalojado por los damnificados, no obstante considera que aún sigue “en manos del Gobierno”, pues la reparación y futura reapertura está en manos de los trabajos que se deben hacer en la estructura, que según aseveró se encuentra “completamente inhabitable”.
“Eso está sin puertas, sin ventanas, incluso muchas habitaciones no tienen ni pocetas y cada día lo van desvalijando más y más. Los empleados aún están sin trabajo y los clientes con los que tenía compromisos aún siguen esperando. De hecho, las deudas de los servicios públicos ascienden a 70 millones de bolívares, porque el Ejecutivo Nacional no pagó durante el tiempo que estuvieron los damnificados. Yo simplemente no puedo cumplir con todos esos pagos”, señaló.
Ante ello, destacó que siendo el hotel es su único sostén económico y al estar casi dos años paralizado, “evidentemente no puede, ni le corresponde” suplir los gastos que significan la reparación total del inmueble, más el cumplimiento de las múltiples deudas con los bancos “que todavía existen”.
“Seguiré en la lucha”
Finalmente, Hamilton afirmó que mantendrá su lucha hasta que sea “visible y tangible” que se han cumplido los compromisos que les fueron prometidos en diferentes ocasiones.
“Hace cuatro meses me fui de este lugar emocionado pensando que ya en diciembre estaría recibiendo clientes, pero me engañaron, esta es la tercera navidad que pasaré junto con mi familia en la calle, sin disfrutar lo que con sudor y trabajo digno me gané en la vida. El Estado venezolano me dejó en bancarrota”, concluyó el ciudadano colombiano
Anabel Barrios Díaz
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