El proyectil cayó en la escuela al-Batiha, en el campamento al-Wafideen, unos 25 kilómetros (15 millas) al noreste de Damasco, según la agencia SANA que culpó a los terroristas
BEIRUT, Líbano. Un proyectil de mortero estalló el martes en una escuela de los suburbios de Damasco, matando a nueve estudiantes y un profesor, de acuerdo con medios estatales, mientras la guerra civil se acerca al edificio gubernamental del presidente Bashar Assad.
La agencia de noticias SANA del gobierno sirio informó inicialmente que 30 personas habían fallecido, pero después corrigió su informe con el menor número de muertos. La agencia culpó del ataque a «terroristas», el término que el régimen usa para referirse a los rebeldes que combaten para derrocar al gobierno.
El proyectil de mortero cayó en la escuela al-Batiha, en el campamento al-Wafideen, unos 25 kilómetros (15 millas) al noreste de Damasco, según SANA. El campamento aloja a unas 25.000 personas desplazadas de los Altos del Golán desde la guerra de 1967 entre Siria e Israel.
«Es un ataque terrorista contra las instituciones educativas y contra los estudiantes», dijo Hassan Mohsen, director del departamento de educación de Quneitra, a The Associated Press.
El derramamiento de sangre sucede mientras las fuerzas sirias disparan artillería contra objetivos rebeldes dentro de la capital y sus alrededores, y la comunidad internacional se preocupa cada vez más sobre el arsenal químico del régimen.
Los rebeldes sirios han tenido logros en semanas recientes, incursionando en bases militares y llevando los combates a Damasco. La última semana, la capital del país ha experimentado los enfrentamientos más intensos desde julio, lo que ha provocado que decenas de personas mueran, que vuelos internacionales sean cancelados o tengan que dar media vuelta, y que Naciones Unidas ordene el retiro de la mayoría de su personal internacional.
«La ofensiva para tomar Damasco es real, y la intensa presión para tomar el control de la ciudad forma parte de un importante cambio en la estrategia de los comandantes rebeldes», dijo Mustafá Alani, un analista sobre Medio Oriente del centro de Investigación del Golfo, con sede en Ginebra. «Se han dado cuenta de que si no llevan los combates a Damasco, el régimen no caerá».
Los ministros de relaciones exteriores de la OTAN aprobaron el martes la petición de Turquía de instalar sistemas antimisiles Patriot para reforzar su defensa contra ataques desde el vecino Siria.
AP