Leonardo Jesús Alayón fue asesinado por antisociales que enfrentaron a tiros a una comisión militar que realizaba un procedimiento en Petare
En el callejón Oriente del barrio San José de Petare, fue asesinado la noche de este martes, el cabo segundo de la Guardia Nacional Bolivariana, Leonardo Jesús Alayón Berroterán, de 24 años de edad, cuando un azote del sector le disparó en medio de un enfrentamiento que se suscitó entre delincuentes y una comisión que hacía patrullaje en la zona.
Alayón era natural de Tejerías, estado Aragua, pero vivía en La Victoria. Cuando estaba de servicio permanecía acuartelado en Mariches. Este lunes, cuando debía reincorporarse a sus actividades tras 10 días de permiso, lo llamaron sus superiores para indicarle que debía presentarse cuanto antes en el comando.
La noche del martes salió con una comisión para hacer recorrido por el barrio San José y a eso de las 7:00 de la noche, intentaron darle la voz de alto a unos azotes de la zona que encontraron en el callejón. Los delincuentes tomaron a un niño que estaba en la calle como escudo y dispararon contra los guardias.
Alayón recibió dos disparos, uno en el tórax y otro en el fémur. Fue trasladado por sus compañeros hasta el hospital Pérez de León, donde fue ingresado sin vida, mientras que los responsables del crimen huyeron.
El director de la Policía de Sucre, comisario Manuel Furelos, informó que funcionarios de ese organismo destacados en Mariches, desplegaron un operativo en la zona en apoyo a la GNB y lograron la captura de cuatro personas, quienes guardan relación con el asesinato del efectivo.
Las aprehensiones se practicaron en el barrio La Parrilla, en Petare. Los detenidos son Taylor Enrique Guette Mejías (20), Alcis Johan Ascanio Brito (18) y Junior Epifanio García Guariguán (23), quienes en compañía de una adolescente de 17 años de edad, trataban de escapar del sector a bordo de un Chevrolet Chevette blanco, año 87, placas AD120JA.
A los detenidos les incautaron una pistola marca Pietro Beretta, calibre 7.65mm, con los seriales devastados que tenían oculta bajo los asientos del carro.
Hugo Alayón, padre del funcionario asesinado, dijo que estaba en su casa cuando un compañero de su hijo lo llamó para darle la noticia. Contó que desde niño Leonardo Alayón, tuvo vocación para ser militar. Eran sus juegos de la infancia que materializó cuando tuvo la oportunidad de ingresar a la GN, pero “después se dio cuenta que eso no sirve”, comentó al quebrarse en llanto.
El cabo II tenía dos años en la GNB y aunque su familia le pedía que abandonara ese servicio, no hubo forma de convencerlo. “Era amante de su trabajo”, comentó su padre.
Alayón hizo un llamado al Ministro de Interior y Justicia, para que apoye la labor de la GNB, organismo que a su juicio ha sido degradado, no sólo disminuyendo sus armas y sus municiones, sino incluso en la dotación de los mismo chalecos que no protegen la humanidad de los uniformados. “Petare es un campo de batalla para el cual mi hijo no estaba preparado. Son personas con vocación pero no están preparadas para esto. No son máquinas, son seres humanos”, agregó.