Tres sujetos armados y disfrazados de funcionarios del ente de fiscalización y recaudación de impuestos del Estado, ingresaron la mañana de este miércoles a un local de electrodomésticos con la intención de asaltar la tienda, sin embargo “el tiro le salió por la culata”
Identificándose con credenciales del Seniat, tres sujetos ingresaron la mañana de este miércoles a la tienda de electrodomésticos Brother ubicada en edificio Repca de la avenida Lebrun de Petare, asegurando ser fiscales que realizarían las “inspecciones de rutina”, sin embargo, sus verdaderas intenciones eran delictivas.
Estos hombres presuntamente armados, quienes usaban los carnet ficticios para generar confianza y despistar a sus víctimas, tras permitirles el ingreso al local -que presuntamente aún no había iniciado sus actividades comerciales- dieron la voz de asalto, pero inmediatamente uno de ellos exclamó “viene la policía” por lo que sin mediar más palabras iniciaron la retirada por la puerta trasera del lugar.
Una vez en el estacionamiento, intentaron robar a un hombre que estaba aparcando su camioneta de carga para usarla en la fuga, no obstante, el conductor opuso resistencia ahuyentando así a los malhechores que decidieron marcharse a pie; pero sus planes se vieron nuevamente frustrados cuando al acercarse a la reja que era la única salida cercana, esta no abrió a causa de una avería eléctrica, y aunque encañonaron al guardia de seguridad en “un acto de desesperación” no lograron su cometido.
Viéndose acorralados, corrieron hacia al elevador montacargas para tratar de escapar por el techo, acción en la que también fracasaron, puesto que dicho edificio no tiene edificaciones cercanas y la única forma de salir era dando un salto hacia la calle, que estaba a una distancia de unos 15 metros de altura aproximadamente.
Alarma oportuna
Al tiempo que ocurrían esta serie de hechos, una trabajadora del lugar al percatarse de lo ocurrido, avisó a las oficinas de los pisos superiores, regando la voz entre los empleados que bajaron oportunamente a la Planta Baja, resguardándose a tiempo y evitando que se presentará una situación de rehenes.
“Escuchábamos las pisadas y los correteos de los choros por el techo de zinc, afortunadamente nos enteramos de que se trataba y bajamos corriendo dejándolo todo (…) fueron minutos bastante aterradores, pero lo importante es que no nos sucedió nada”, comentó una obrera de la textilera “Confecciones La Costa”, fábrica que se encuentra en el piso superior de la edificación.
Mientras que las personas se iban movilizando por las escaleras, decidieron cortar el paso la energía eléctrica, dejando a los maleantes, literalmente, atrapados en el último nivel del inmueble.
Intervención policial
Simultáneamente, alrededor de 20 funcionarios de Polisucre se presentaron en el lugar e iniciaron la revisión de los departamentos, operación que duró unas dos horas y en la que verificaron si los antisociales tenían capturado algún rehén, como les había sido anunciado.
Al percatarse de que no existía alguien en peligro directamente, procedieron a la captura de los malhechores, que “para sorpresa de todos” sólo eran dos sujetos, pues al parecer el tercero se fugó “de una forma inexplicable”.
El hecho, digno de una película de “policías y ladrones”, duró alrededor de tres horas y afortunadamente no se suscitó ningún hecho de sangre. De igual forma, los bandidos causaron destrozos en varias oficinas, presuntamente buscando dinero para hacerse un botín, revisando incluso las carteras que las obreras dejaron en sus puestos de trabajo.
“Esto terminó ‘con un final feliz’ por gracia divina, son cosas que en nuestra sociedad no se ven muy a menudo; tuvimos una buena bocanada de suerte (…) pero como moraleja me quedó que pueden venir del ‘San Seniat’, pero no les abriré la puerta”, expresó un hombre al salir de la oficina donde se estaba resguardando junto a sus compañeros.
Disfrazados
Extraoficialmente, se conoció que estos hombres pertenecen a una banda delictiva que se dedica a realizar robos “disfrazándose” de trabajadores de diferentes empresas del Estado y privadas, tales como entes de fiscalización de impuestos públicos, CANTV y televisoras de señal satelital, para así generar confianza y lograr el fácil acceso a viviendas y establecimientos comerciales.
En hecho que ocurrió este miércoles en la avenida Lebrun de Petare, municipio Sucre, los sujetos portaban credenciales del Seniat, por lo que los afectados recomendaron a las instituciones que se valgan de otros mecanismos de identificación para que estas situaciones no se repitan.
“Refugios = inseguridad”
Los trabajadores del edificio Repca, ubicado en la avenida Lebrun de Petare, que fue víctima este miércoles de la acción de dos antisociales, concordaron que la inseguridad de la zona ha aumentado “significativamente” en los últimos años, hecho que asocian con la instalación de un refugio para damnificados en una edificación aledaña.
“Esta no es la primera vez que se presenta una situación así, el año pasado secuestraron a una señora a plena luz del día cuando se estaban bajando de su auto (…) Yo tengo casi 20 años trabajando aquí y fue desde la llegada de estas personas (refugiados) que las cosas cambiaron, y cambiaron para peor”, manifestó un empleado cuya identidad prefirió resguardar.
Anabel Barrios Díaz
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