Los «diablos danzantes» de Venezuela, «símbolo del triunfo religioso frente al mal», fueron declarados el jueves Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, lo que garantiza la supervivencia de este rito transmitido de generación en generación desde hace cinco siglos.
Vestidos con sus vistosas máscara y trajes, una veintena de estos «diablos danzantes» del Corpus Christi bailaron acompañándose de sus maracas ante los ojos asombrados de los delegados a la cumbre anual de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Los capitanes de unas once cofradías de «diablos danzantes», que ofician esos ritos rindiendo culto al Santísimo Sacramento en seis regiones de Venezuela, esperaban desde la víspera en los pasillos de la UNESCO la decisión del Comité intergubernamental para la salvaguardia del patrimonio inmaterial.
El veredicto fue aplazado ya entrada la noche del miércoles, debido a que la sesión se alargó más de lo previsto.
La votación se realizó el jueves hacia las 12H00 locales en presencia de una importante delegación venezolana, presidida por el viceministro de Identidad y Diversidad Cultural, Beneto Irady.
Antes del voto —que fue por unanimidad—, Irady expresó a la AFP la importancia para Venezuela de que la llamada lista representativa del patrimonio cultural Inmaterial de la Humanidad incorpore esos ritos que se celebran en pequeñas comunidades de la costa central de Venezuela el noveno jueves después del Jueves Santo.
«Los diablos danzantes son una de la manifestaciones culturales de Venezuela con mayor tradición, ya que se ha transmitido de generación en generación durante cinco siglos», afirmó el responsable, que viajó a París para apoyar la candidatura de esta manifestación «excepcional y significativa».
El responsable subrayó también la coincidencia de que los diablos danzantes bailan el noveno jueves después de Corpus Christi, y que el veredicto se conoció un jueves.
Venezuela esperaba un veredicto favorable porque el expediente presentado cumplía con todos los requisitos, y había recibido el apoyo de la comisión de expertos que asesora el Comité intergubernamental, señaló el viceministro.
Compuesto por 24 países, el Comité intergubernamental de la UNESCO examinó durante dos días, caso por caso, 36 candidaturas de prácticas y tradiciones que aspiraban a enriquecer la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial.
Las fiestas de «San Pacho» en Colombia, los frenéticos ritmos del «frevo» de Brasil, el tejido del sombrero de paja toquilla de Ecuador y la fiesta de San Ignacio de Moxos en Bolivia fueron inscritos el miércoles en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial.
La popular Fiesta de los Patios de Córdoba, que se celebra todos los meses de mayo en la ciudad andaluza para saludar la llegada de la primavera, fue declarada también este jueves Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad, un término que designa prácticas y expresiones transmitidas de generación en generación.
Entre ellas se incluyen tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales y rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativas a la naturaleza y el universo, así como saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional.
Además, han sido inscritos en esta Lista el «fest-noz», un festival de danza de Bretaña, en el noroeste de Francia, el violín de Cremona italiano y las marchas militares belgas, entre otros.
El Comité también incluyó el «Xtaxkgakget Makgkaxtlawana» de México, un centro de artes indígenas que tiene por objetivo transmitir el arte y la cultura del pueblo totonaca de Veracruz, en la lista de candidatos a «prácticas idóneas de salvaguardia».
Este jueves, a petición de Brasil, el Comité de la UNESCO guardó un minuto de silencio en memoria del arquitecto Oscar Niemeyer, que falleció en Rio de Janeiro, a los 104 años.
AFP