Los lugareños manifestaron el pasado 15 de noviembre, frente al ayuntamiento local, con las aspiraciones de ser escuchados y encontrar una solución a su problema habitacional, con el cual tienen 12 años a cuestas
Por segunda vez consecutiva, en menos de un mes, 80 familias de la urbanización Colinas del Paraíso, protestaron en las afueras de la Alcaldía de Independencia desde las 7 a.m. hasta horas del mediodía de ayer, para exigirle al alcalde Ramón Malavé, respuesta sobre la reubicación de todos los habitantes de esa comunidad, pues están en un inminente alto riesgo, toda vez que sus viviendas se les están cayendo encima.
Tal como se recordará los lugareños manifestaron el pasado 15 de noviembre, frente al ayuntamiento local, con las aspiraciones de ser escuchados y encontrar una solución a su problema habitacional, con el cual tienen 12 años a cuestas.
La vecina Eumelia Negrín, relató que las personas viven en paupérrimas condiciones, en refugios avanzados, que están inhabitables.
“En la primera manifestación nos reunimos con el alcalde, nos dijo que nos iban a realizar un censo socioeconómico, inspecciones por parte de Protección Civil, luego enviarían un informe detallado al Ministerio de Vivienda y a Miraflores, las primeras dos cosas se hicieron, pero eso no se ha entregado el informe a los entes competentes y nosotros exigimos soluciones”, destacó Negrín.
Apuntó que desde la última reunión, no se le ha visto más la cara al primer mandatario local. “Iremos a protestar en Miraflores, de no conseguir soluciones”, dijo la lugareña.
Terreno inestable
La informante precisó que el terreno en donde construyeron las casas es inestable, aunado a esta situación se le suma el colapso de las aguas servidas, “cuando llueve las tuberías de cloacas se rebosan y el líquido putrefacto se devuelve por los inodoros”.
Vialidad deteriorada
Los pobladores de ese sector tereseño tienen casi 13 años sobreviviendo entre penurias y la precaria vialidad les tiene la vida cuadritos, al encontrarse demasiado deteriorada, lo que ocasiona que el servicio de transporte público sea pésimo.
Negrín también enfatizó que los residentes “pasan roncha” con el suministro de agua potable, pues obtienen el vital líquido cada tres días, pero no a todas las familias y solo mediodía. “Compramos agua en cisterna y la almacenamos en tanques y pipotes”, expresó la vecina.
MIP-TUY Agencia/Milagro Castillo
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