Las actividades y disciplinas que se engloban en estas dos áreas del quehacer humano, están todas relacionadas con valores como la socialización, el respeto de reglas, la creatividad, la sana competencia y la pasión por una actividad que demanda grandes niveles de compromiso, pero que a la vez nos ofrece enormes satisfacciones
Como bien lo saben quienes nos siguen en esta tribuna, siempre hemos tenido el empeño de abogar a favor de la descentralización y especialmente de la municipalización de la administración pública venezolana, especialmente por el incremento de la calidad de vida para la ciudadanía que esto conlleva.
Hoy queremos referirnos a dos competencias de los gobiernos municipales que redundan directamente en satisfacción para los vecinos y en un entorno mucho más vivible. Hablamos del deporte y la cultura.
Las actividades y disciplinas que se engloban en estas dos áreas del quehacer humano, están todas relacionadas con valores como la socialización, el respeto de reglas, la creatividad, la sana competencia y la pasión por una actividad que demanda grandes niveles de compromiso, pero que a la vez nos ofrece enormes satisfacciones.
Es competencia del poder municipal cuidar las instalaciones dedicadas a ambas prácticas, así como generar nuevos espacios y adicionalmente, generar actividades en ese sentido para involucrar a cuanta gente sea posible en pro de incrementar el hábito de las dos.
Sabido es de todos que el incremento de las actividades deportivas y culturales tiene múltiples beneficios como consecuencia, comenzando por atajar el incremento de la delincuencia, acercando a los miembros de las comunidades, fortaleciendo el tejido social e incluso abriendo las puertas para que jóvenes venezolanos puedan seguir carreras profesionales en cualquiera de estas prácticas.
Ciudades que le han ganado espacio a la violencia, desde Nueva York hasta Medellín, han conseguido estas metas entre otros motivos, gracias a la presencia masiva de sus habitantes en las calles y espacios públicos, practicando disciplinas deportivas y culturales.
Estas iniciativas nos convocan a todos a espacios colectivos y abiertos, incentivan a la gente a encontrarse y a formar equipo, pero sobre todo, forman ciudadanía.
Más allá de la simple práctica de una habilidad o un don, debemos ver los valores intrínsecos en dichas actividades: la perseverancia, la disciplina, el respetar las reglas, la honestidad, el colocarse metas y trabajar metódicamente por alcanzarlas. Todos estos son activos muy valiosos para la sólida edificación de valores ciudadanos. Y la satisfacción personal es fuente segura de calidad de vida.
En este sentido, es mucho lo que se puede y debe hacer. Desde crear equipos y agrupaciones que tengan arraigo en la identidad del municipio hasta dialogar con otras instancias de la administración pública y obviamente también con el sector privado, para crear una sinergia que se va a traducir en un bienestar a largo plazo que es responsabilidad de todos y que agradeceremos cuando sea un hecho tangible.
Es un asunto de gerencia, de priorizar necesidades y de saber que esta es una tarea que se debe dejar en manos de la instancia local y por supuesto, implica que este nivel de poder debe cumplir con esta importante responsabilidad, la cual multiplica sus beneficiosos efectos hacia ámbitos nacionales de vida.
Tenemos muy positivas expectativas respecto a la claridad meridiana de los venezolanos respecto a lo que nos es realmente necesario para encontrarnos con el país que queremos. Cada vez más compatriotas se involucran, ganan espacios, participan. La recompensa es la tan ansiada calidad de vida. Sigamos ese ejemplo, vamos a involucrarnos con todo proyecto colectivo que implique bienestar para quienes participemos.
DIÁLOGO DE PAZ
Se reiniciaron los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. El mundo entero sigue con expectativa las conversaciones que se desarrollan en La Habana, con la urgencia que implica lograr un entendimiento en uno de los más prolongados y sangrientos conflictos armados de nuestro continente.
El asunto aquí es la gente. La ciudadanía, el colombiano de a pie que tiene el legítimo deseo de vivir en una país de paz y progreso. Una nación que ha demostrado su vocación para trabajar, construir y progresar por encima de las adversidades de las circunstancias. Ojalá podamos tener las mejores noticias sobre un conflicto que también nos toca en mucho como nación. Y ojalá se siente ejemplo para otros tantos conflictos armados en el resto del mundo.
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
El reconocimiento por parte de la UNESCO a los Diablos Danzantes de Corpus Christi, se suma a los reconocimientos que merecen la creatividad y el espíritu del gentilicio venezolano en el mundo.
Nuevamente recibimos una muestra de que nuestra nación alberga tesoros dignos de ser apreciados en el mundo y comparables a las muestras culturales más aplaudidas de otras latitudes. Reiteramos que nos sobran los elementos para ser un país destacado en muchos ámbitos.
CINTURÓN DE SEGURIDAD
Nuevamente se ha hecho presente en la agenda noticiosa la información de que se impondrán multas a los conductores y pasajeros que no utilicen el cinturón de seguridad.
Más allá de las sanciones que puedan tener lugar, es uno de nuestros asuntos pendientes como ciudadanos, ya que no ha habido manera de habituar a los venezolanos a su utilización, cosa impensable en muchos otros países.
No esperemos la sanción o la multa, adoptemos este hábito de seguridad que puede salvarnos de más de un mal momento.
EN CONTACTO
David Uzcátegui
druzcategui@cantv.net
Twitter: @DavidUzcategui
Presidente del Concejo Municipal de Baruta / Candidato a Alcalde de Baruta por la Unidad