BEIRUT. Funcionarios estadounidenses y rusos se han comprometido con una solución política del conflicto sirio, dijo el domingo un enviado de la ONU, pero Moscú desestimó especulaciones de que se preparara para la salida del presidente Bashar al-Assad.
Con rebeldes combatiendo ahora en las puertas de Damasco, las fuerzas de Assad mantuvieron sus ahora diarios ataques de artillería e incursiones aéreas en barrios orientales, así como también en algunos distritos en poder de los rebeldes en las afueras de la capital.
El enviado especial de la ONU y de la Liga Arabe para Siria, Lakhdar Brahimi, se reunió con los subsecretarios de Relaciones Exteriores de Estados Unidos y de Rusia en Ginebra para la segunda sesión de conversaciones tripartitas en menos de una semana, aparentemente en respuesta a la creciente violencia que ahora amenaza con apoderarse de Damasco.
«Las tres partes reafirmaron su evaluación común de que la situación en Siria es mala y que está empeorando», dijo Brahimi en un comunicado. «Remarcaron que un proceso político para terminar con la crisis en Siria era necesario y aún posible», añadió.
Agencias