El Pérez Carreño, el Domingo Luciani, el hospital de Coche, el Vargas y el Pérez de León II fueron los más nombrados durante una consulta al respecto
Ya es cosa corriente. El personal que trabaja en las emergencias de los hospitales coincide en calificar un ingreso por accidente en motocicleta como un evento cotidiano. Apenas cuando se trata de un niño que terminó con el pie atrapado en la cadena o la rueda trasera de la moto, o de una abuela arrollada en pleno rayado peatonal, aquel evento trasciende lo común y vale comentarios.
La central de ambulancias de los Bomberos de Distrito Capital recibe la mayoría de los llamados de auxilio ante un accidente de tránsito con lesionados, en el área metropolitana, y es casi seguro que cuando hay una moto involucrada, el caso aplica.
«Cuando dos carros chocan es posible que las personas resulten ilesas, pero si hay una moto, lo difícil es que nadie salga herido, porque los motorizados están muy expuestos, salen disparados o resbalan por el asfalto», comenta Raúl Ortiz, un bombero que llegó a asistir cinco de estos accidentes sólo en un día.
Si la colisión deriva en la muerte del conductor motorizado, el levantamiento del cadáver es responsabilidad del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC). Si se trata de una lesión, los bomberos o el cuerpo de auxilio se encarga del traslado a un centro asistencial.
Los ingresos en cada hospital varían de acuerdo con la fama de la capacidad operativa que tenga el centro de salud entre los bomberos. El Pérez Carreño, el Domingo Luciani, el hospital de Coche, el Vargas y el Pérez de León II fueron los más nombrados durante una consulta al respecto.
Al menos 100 por semana
Un recorrido por los hospitales de referencia reveló que el promedio de personas ingresadas por accidente en moto, entre lunes y jueves, oscila entre 10 y 20 diarios. Los viernes y sábado el número se duplica, en la mayoría de los casos.
El doctor Francisco Rondón, médico traumatólogo del hospital Pérez Carreño, asegura que recuerda días en los que han llegado más de 30 pacientes a emergencias por esta causa. «De éstos, al menos 10 se ingresan por fractura. Te estoy hablando de un día común, multiplica eso por dos el fin de semana, aunque, a veces, el desastre comienza el jueves. El viernes y el sábado son los días más fuertes, y si es puente o quincena, aumenta aún más. Los domingos son días muy variables, pueden ser más tranquilos, pero si hay lluvia, los ingresos igual se incrementan».
El sistema de datos del Domingo Luciani, en El Llanito, registraba 983 ingresos de este tipo, entre el 1º de enero y el 20 de noviembre de 2012. Estas cifras no incluyen niños. El hospital Vargas refiere no menos de 20 casos diarios, igual que el Pérez de León II, aunque no todos ameritan hospitalización.
«Generalmente ingresamos por fracturas en miembros inferiores. No debería ser, pero en vista de que llegan tantos, controlamos las fracturas de miembros superiores (brazos) ambulatoriamente; tomando en cuenta que todavía pueden movilizarse, los enviamos a sus casas y les damos fecha de cirugía (…). Nuestro servicio de Traumatología cuenta con más de 160 camas de hospitalización. Regularmente, ellos ocupan unas 140», detalló el doctor Rondón.
Por otra parte, aunque lo más común es que los lesionados sean varones jóvenes, «hay de todo», como lo resumió un funcionario militar en la emergencia del Domingo Luciani: «Si no es una abuelita que se la llevó una moto, es un motorizado que se dio con otro. Puede ser un motorizado que le llegó a un carro o que fue arrollado por un carro. O un motorizado al que le dieron un tiro para robarle la moto. O un niño que iba con el papá y se le enredó el pie en la rueda de atrás».
La culpa es de la vaca
Fiscales de tránsito refieren la imprudencia como principal causa del problema. Aseguran que los motorizados «comen flecha», se montan en las aceras, irrespetan los semáforos y transitan las vías rápidas sin cuidar los límites de velocidad, entre otras faltas.
Si las causas se indagan en una sala de emergencias, las respuestas apuntan hacia la ingesta de bebidas alcohólicas y el consumo de drogas, la imprudencia y el exceso de velocidad.
«Precisamente los fines de semana, que es cuando aumentan los lesionados por accidente con motocicletas, el aliento etílico es una constante al menos en un 90% de los casos. Y si tú preguntas dónde fue el accidente, cuando se trata de lesiones graves, la mayoría ocurre en autopistas y vías rápidas», precisó Darío Echeverri, un médico residente del Domingo Luciani.
Si los motorizados son los consultados, éstos suelen responsabilizar a los conductores de automóviles. Aún cuando algunos reconocen que pecan de imprudentes, enseguida remarcan que el venezolano adolece de una pésima educación vial.
«Hay un problema de prejuicio también, nos han llegado a llamar ‘la plaga motorizada’ en algunos medios de comunicación, pero aquí hay un problema generalizado de educación vial, ¿O no has visto tú a un carro comiéndose una flecha, o a un peatón cruzando fuera del rayado y con la luz en verde?», refutó Alexis Tovar, coordinador nacional del Frente Motorizado Franco Arquímedes.
Si es un conductor de automóvil quien opina, suele culpar a las autoridades de no hacer cumplir las normas de tránsito, al menos las más básicas, como los semáforos o el hecho de que las aceras son para los peatones. Incluso hay quienes piensan que las ventas de motocicletas deberían regularse.
Sea cual sea la causa, el problema implica saldos lamentables. Sólo por cuenta del Cuerpo Técnico de Vigilancia del Transporte Terrestre (CVTT), entre enero y octubre de este año murieron 635 personas involucradas en 753 accidentes con moto, en todo el país.
El número no incluye los decesos de noviembre y lo que va de diciembre. Aparte, hay que agregar que el CVTT no es el único organismo con competencia para levantar accidentes; la Guardia Nacional y algunas policías regionales y municipales han sido facultadas para esa tarea. Es decir, las cifras del CVTT no son globales.
Ley pendiente
Más allá de que el respeto a normas básicas seguramente reduciría el número de accidentes, amén de los fallecidos y jóvenes con discapacidad, hay un reglamento dictado en octubre de 2011 que es objeto de una discusión entre autoridades del Ministerio de Interior y Justicia y organizaciones de motorizados.
El director general del Instituto Nacional de Transporte Terrestre (INTT), Dante Rivas, informó que las mesas de discusión surgieron a partir de objeciones expuestas por el sector reglamentado.
«Quieren que se les permita circular por las vías rápidas, por ejemplo, que se permita a los niños, a partir de cierta edad, ser trasportados en moto. No es que vamos a decir amén a todo lo que diga el sector motorizado, porque debe haber una justificación sobre cada observación, pero sí estamos abiertos al diálogo, incluso quisiéramos que se incorporara el sector del transporte particular, de carga pesada, los petaones, ¿Por qué no? sería bueno que todos conozcamos la ley».
Más de un millón en el país
El coordinador nacional del Frente Motorizado Franco Arquímedes, Alexis Tovar, detalló que las principales objeciones se vinculan con los artículos que norman los sitios para estacionarse; el número máximo de personas que pueden ir en moto; la circulación por autopistas y vías rápidas y las reglas destinadas a regular el servicio de mototaxi.
La última de estas reuniones tuvo lugar a finales de noviembre. Tovar dijo que las autoridades quedaron en llamarles nuevamente para continuar la discusión. Aún no hay una fecha tentativa, según su versión, que pudiera anunciarse como posible punto de culminación del proceso consultivo.
De acuerdo con el Censo que maneja el INTT, alrededor de 300.000 motorizados ya se registraron para figurar legalmente ante las autoridades. El Frente Franco Arquímedes asegura que son más de un millón en todo el país.
Yesenia Chapata / AVN