No depende sólo de sacar patrullas a la calle y fotografiarse con cientos de funcionarios que se movilizarán para darnos sensación de seguridad, sino que implica el desarrollo de acciones coherentes que tiendan a efectivamente disminuir los índices delictivos
El crecimiento de los índices delictivos ha encabezado los distintos espacios de noticias, en nuestro país. Esto no sólo nos llena de desesperanza, sino que a la vez produce el incremento del miedo y de la conocida ya sensación de inseguridad, restando la posibilidad de disfrutar el ambiente navideño de una manera adecuada.
El análisis del fenómeno delictivo no puede ser parte del contexto político electoral en el que nos encontramos en este momento. Al revisar las propuestas de todos los candidatos a las gobernaciones el punto común es: la seguridad ciudadana y las ofertas que en torno a ella ofrecen quienes pretenden ser reelegidos o electos por primera vez. Esto implica que hay dos circunstancias coyunturales que producen la difusión de la noticia con mayor énfasis. El primero, el hecho de que estamos en Navidad y el segundo, que en una semana estaremos en un nuevo proceso electoral. Sobre procesos electorales, política e inseguridad, ya hemos escrito en otras oportunidades. En cuanto a la época decembrina siempre va acompañada del repunte de los índices delictivos.
Lugares de riesgo
Los delitos de homicidio y robo son los que estadísticamente muestran mayor crecimiento. Algunas razones son obvias: hay más dinero circulando en la calle, bajan los niveles de alerta de los ciudadanos, hay más celebraciones nocturnas y movilización de gente que ingiere sustancias alcohólicas y los cuerpos policiales desgastan a sus funcionarios en los denominados “operativos navidad segura” que implica más horas de trabajo.
Es determinante que los cuerpos de seguridad analicen los fenómenos delictivos de manera integral, eso significa que no es necesario que llegue diciembre para que haya un “operativo” sino que, por el contrario, la puesta en marcha de actividades concretas debe estar orientada a cubrir los espacios donde ya la estadística criminal permitió determinar que se desarrollarán hechos propios de la época.
Espacios como centros comerciales, bancos, locales nocturnos, restaurantes y vías públicas, en las que se colocan kioskos con material navideño, se constituyen en los sitios donde hay mayor riesgo de ser víctima.
Coincide con esta fecha el incremento en el tráfico de armas y municiones en mercados ilícitos, en algunas oportunidades apoyados por funcionarios policiales deshonestos que forman parte de estructuras delincuenciales organizadas y que por ende el análisis de esta circunstancia ya debió trabajarse a lo largo del año.
Ocuparnos de cuidarnos
Hay que hacer énfasis no sólo en el nivel policial, sino en el nivel ciudadano, porque la prevención y la represión necesitan un equilibrio para lograr hacer el fenómeno del delito tolerante. Lamentablemente en este momento no hay equilibrio, sino desborde de la impunidad como fenómeno estructural que forma parte de una serie de eslabones que se vinculan a un complicado tema que va más allá de un reportaje de prensa.
Es lamentable que tengamos que ocuparnos de cuidarnos y no podamos disfrutar a plenitud en una época que debería invitar a la armonía. No quiere decir esto que no acompañemos a nuestras actividades un poco más de atención y alerta enfocados en elevar los niveles de prevención. Desde los cuerpos de seguridad debemos revisar una circunstancia que poco trasciende a la opinión pública y es el desánimo que acompaña a los policías cuando consideran que los operativos atentan contra sus derechos laborales, exponiéndolos a más horas de trabajo.
Es trascendente reivindicar que los policías también tienen familia y en días como estos el peso de una función que eligieron requiere de mayor atención corporativa. Si bien la elección de la profesión va acompañada de roles de servicio sacrificados, no menos cierto es que deben diseñarse políticas públicas caras adentro de las instituciones que permitan que el ejercicio de la función policial sea al menor costo emocional y personal, de tal manera que redunde en estímulos que mejoren la calidad y eficiencia del servicio policial.
No bastan patrullas…
La empresa privada también tiene un importante papel en este momento. No sólo debe reforzar sus propias medidas internas de seguridad, sino a la vez incrementar sus lazos y vínculos de alianza con la institución policial que les permita coordinar respuestas inmediatas ante cualquier fenómeno que se presente. Una Navidad segura no depende sólo de sacar patrullas a la calle y fotografiarse con cientos de funcionarios que se movilizarán para darnos sensación de seguridad, sino que implica el desarrollo de acciones coherentes que tiendan a efectivamente disminuir los índices delictivos y a darnos la necesaria paz que nos merecemos, no solo en Navidad.
TIPS PARA QUE TE DEFIENDAS
1.-Esté atento mientras realiza sus compras. Aún cuando es una temporada de paz y amor, los delincuentes consideran que es un momento de mayor beneficio para el despliegue de su actividad. El no llevar dinero en efectivo en grandes cantidades, no guardar bolsas de compras dentro del vehículo, resguardar sus bienes y tenerlos a la vista, lo ayudará a disminuir el riesgo de ser víctima.
2.-Informarse sobre puntos de control policial, espacios donde se concentrarán los operativos, tener a la mano números de denuncia y de auxilio policial como el 171, nos ayudará a saber cómo reaccionar en caso de estar en riesgo.
3.-Los funcionarios policiales deben ser instruidos de manera específica sobre qué tipo de actividades deben enfatizarse, cuáles son los espacios de mayor riesgo. Elevar sus niveles de sospecha policial e incrementar la supervisión sobre la actuación policial son claves en momentos donde la actividad será más intensa.
4.-En negocios, locales nocturnos, y otros espacios de recreación y esparcimiento deben hacerse visibles advertencias de resguardo de bienes y de la seguridad física que inviten a los clientes a reflexionar en momentos oportunos. Por ejemplo al visualizar que una persona se ha excedido en el consumo de bebidas alcohólicas debe informarse a un cuerpo policial para que retire a quien con su estado de ebriedad puede constituirse en un riesgo para otros.
5.-Si observa una situación de conflicto, o es testigo de un hecho delictivo, recuerde resguardar su integridad. No se exponga por curioso, pues mientras esto ocurre alguien puede aprovechar el aglomerado de personas para despojarlo de sus pertenencias.
Para que te defiendas
Mónica Fernández
Twitter: @monifernandez