El presidente uruguayo José Mujica, no creyente, participó este jueves de una misa que él mismo convocó para pedir por la salud de su par venezolano Hugo Chávez, operado el martes en Cuba como parte del tratamiento contra el cáncer que padece.
«El presidente Chávez obviamente pasa por un momento difícil, sé de su vocación cristiana, que la ha manifestado mil veces, y no encontraba otra forma de manifestarle mi solidaridad», dijo Mujica a periodistas tras la celebración religiosa, de la que participaron unas 200 personas.
«Yo no soy práctico creyente, no sé si me estoy acercando a Dios porque me estoy poniendo viejo y estoy cerca del hoyo, pero tengo mucho respeto por la gente que practica el credo, y no encontré otra forma que esta», añadió el presidente uruguayo.
Mujica, que estuvo acompañado por su esposa Lucía Topolansky y el embajador de Venezuela en Uruguay, Julio Ramón Chirino, ratificó que quiere viajar a Cuba para visitar y expresar personalmente su respaldo y agradecimiento a Chávez. «Quisiera darle un abrazo», sostuvo, pero el viaje «va a depender de lo que opine el cuerpo médico».
El mandatario uruguayo recordó además que poco después que Tabaré Vázquez, primer presidente de izquierda en el país, asumiera el gobierno en 2005, Chávez acudió con el banco venezolano Bandes en auxilio de una entidad financiera local en crisis.
«Un llamado telefónico sirvió para que Chávez le diera una mano a Uruguay en un momento muy difícil (…) Yo no me puedo olvidar de eso», enfatizó. De la ceremonia -transmitida en directo por la cadena Telesur- participaron al menos media docena de ministros y otros jerarcas del gobierno.
La misa tuvo lugar en la parroquia Los Conventuales, la misma donde Mujica y el resto de los tupamaros “rehenes” de la dictadura fueron alojados y dieron su primera conferencia de prensa tras salir de la cárcel en 1985, con el fin de la última dictadura militar (1973-1985).
Mujica mantiene una excelente relación con Chávez y ha defendido el ingreso de Venezuela al Mercosur, integrado además por Argentina, Brasil y Paraguay, este último suspendido desde la destitución de la presidencia de Fernando Lugo, en junio pasado.
En los últimos años el comercio con Venezuela ha crecido fuertemente y ese país se ha ubicado como cuarto destino de las ventas al exterior de Uruguay. El pequeño país sudamericano también ha recibido fuertes donaciones de Caracas, además de comprarle petróleo a precios subsidiados.
AFP