El vino no es la única bebida alcohólica que en cantidades moderadas es buena para la salud, ya que la cerveza parece ejercer beneficios similares sobre el sistema cardiovascular.
El epidemiólogo Simona Costanzo de la Fundación Giovanni Paolo II (Italia) llegó a dichas conclusiones tras analizar varias investigaciones enfocadas en las ventajas que el vino y la cerveza aportan a la salud. “Observamos primero una reducción en el riesgo cardiovascular con cantidades bajas o moderadas de cerveza y de vino. Con un aumento en el consumo se ve que estas ventajas desaparecen hasta que el riesgo se incrementa”, afirmó el especialista.
Sus conclusiones fueron publicadas en la revista European Journal of Epidemiology.
La importancia
de la moderación
Los investigadores revisaron un grupo de estudios realizados previamente en distintas partes del mundo, que en total incluyeron a 200.000 personas en las que se analizó la relación entre el consumo de alcohol y las enfermedades cardiovasculares.
Con respecto a la influencia del vino no hubo ninguna sorpresa ya que Costanzo confirmó su efecto protector sobre el corazón. En cantidades moderadas, es decir dos vasos por día para los hombres y uno para las mujeres, el riesgo de sufrir afecciones cardiovasculares disminuye un 31% en comparación con las personas que no beben nunca.
Y para la cerveza se observó una asociación similar ya que en cantidades bajas y moderadas beneficia al sistema cardiovascular pero lo perjudica cuando la dosis sube. La cerveza que mejores efectos tienen sobre el corazón es la que tiene un 5% de alcohol y la cantidad ideal es de una pinta por día.
Los investigadores enfatizaron la importancia de las cantidades. “Estamos hablando de beber en cantidades moderadas y regulares. Este concepto es fundamental. El vino o la cerveza son parte de un estilo de vida. Una copa de vino va muy bien con una alimentación sana, junto con amigos o familia. No hay lugar para el consumo excesivo de alcohol”, recalcaron.
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