Como ya es costumbre, los homicidas -tres sujetos- se desplazaban en una moto e ingresaron a la planta baja de un edificio en Nueva Caracas, donde funciona el establecimiento
De dos disparos fue asesinado Jorge Peña, de 34 años, efectivo de la Guardia Nacional, quien se desempeñaba como escolta de un general en el Fuerte Tiuna y era contador público.
Peña acompañaba a su madre que estaba haciendo compras en una charcutería ubicada en la planta baja del edificio Santa Catalina, de la calle Colombia, Nueva Caracas, Catia, parroquia Sucre, el jueves a las 2 pm.
Llegaron tres sujetos en una moto, dos entraron y uno se quedó afuera. Uno de los hombres se dirigió a la caja, para cometer el asalto y el otro se colocó del lado contrario, cerca del funcionario que estaba recostado del refrigerador con los brazos alzados. Al verle el arma que se le notaba a través de la franela a medio subir, el sujeto optó por quitársela. Peña no pudo evitarlo, a pesar de su elevada estatura y fuerte contextura, lo balearon y lo despojaron de su 9 mm.
Los empleados del negocio se escondieron en la parte trasera y los clientes corrieron hacia la calle, mientras la madre de Peña se abalanzaba sobre el pidiendo auxilio y llamando a sus otros hijos.
Con ayuda de unos paramédicos lo llevaron al Periférico de Catia, no había neurocirujano para que lo evaluara y no pudo ser atendido, siendo trasladado al Pérez Carreño. Allí tampoco recibió asistencia médica porque el único cirujano de guardia estaba ocupado con otra emergencia, y no llegó a verlo, por lo que Peña murió irremediablemente en la sala de emergencia, a las 6 de la tarde, de un disparo en el occipital y otro en un costado.
El efectivo estudió contaduría pública en el IUTA (Instituto Universitario de Tecnología y Administración Industrial) y estaba comenzando a ejercer su nueva carrera. Dejó cinco hijos.
AA