Hace años salió una película china que se titulaba de esta forma. Ponía de manifiesto las condiciones paupérrimas de las poblaciones rurales de la China comunista. En ella, una niña de trece años 13 años (Wei Minzhi) queda a cargo de un grupo escolar y la orden del maestro, quien debía ausentarse por unas semanas, era que no faltase ningún alumno para su regreso “ni uno menos” –aseveró-.
Además esa era la condición para que percibiese el sueldo. El director Zhang Yimou muestra las grandes diferencias económicas y culturales que perviven en China y cómo nos encontramos en un mundo escindido pese a unas cifras de crecimiento que nos pueden llevar a pensar que el país asiático ha logrado avanzar en términos de desarrollo económico.
¿Por qué esto viene a colación Si bien Venezuela no puede compararse con China en términos de competitividad, sí tenemos esa realidad de amplios ingresos económicos que no logran distribuirse equitativamente en la población para la creación de un real desarrollo social.
La realidad indica que existen muchas Wei Minzhi criollas que se encargan de sus hogares, porque los padres deben ir a trabajar y quedan a cargo de sus hermanos; muchas veces sin la preparación necesaria para “educar” a los otros pequeños o sin poder recibir la educación de hogar que deberían aún tener a esa edad.
Las condiciones en las que nuestros niños y jóvenes están desenvolviéndose en “revolución” dejan mucho que desear en términos de calidad de educación y formación familiar, dado que las condiciones económicas del país imponen a las familias dejar a los muchachos a merced del entorno y con un sistema que no garantiza ni la movilidad social, ni la excelencia educativa. Ahora además con el agravante de los “consejos educativos” –establecidos en la resolución 058- que quieren llevar a la escuela la emulación de los consejos comunales; con esto controlar el funcionamiento de los liceos. ¿Por qué aseverar eso? Porque se habla de la participación de los colectivos sociales dentro de las instituciones, y esto no puede propiamente responder a las necesidades pedagógicas de una institución educativa.
Algunos colectivos sociales pueden ayudar, pero no todo colectivo social está por sí mismo, capacitado para contribuir en materia educativa. ¿Para qué crear una instancia que realmente no garantice el mejoramiento de la educación venezolana?
Wei Minzhi intentó todo para hacer cumplir la tarea impuesta por su maestro. Pero porque era ella, no todas las niñas de trece años hubieran estado en capacidad de atender a la orden. Además comete muchas torpezas que hacen ver su falta de preparación, si bien igual conmueven. ¿Qué queremos para nuestro país?
Noel Alvarez*
*Coordinador nacional de Independientes por el Progreso
@alvareznv