Cara Tannenbaum, una geriatra de la Universidad de Montreal (Canadá) que realizó el estudio, afirmó que «los adultos mayores pueden tener un rol muy importante en la reducción de los riesgos asociados a estos medicamentos»
Los remedios que habitualmente se usan para tratar alteraciones como el insomnio, la ansiedad o las alergias pueden afectar la memoria o la capacidad de concentración de los adultos mayores.
Cara Tannenbaum, una geriatra de la Universidad de Montreal (Canadá) que realizó el estudio, afirmó que «los adultos mayores pueden tener un rol muy importante en la reducción de los riesgos asociados a estos remedios. Los pacientes deben conocer la información que revela nuestro trabajo médico para sentirse más cómodos al hablar con sus médicos sobre las diferentes opciones de tratamiento».
BUENOS RECUERDOS
La especialista analizó en detalle 162 investigaciones realizadas con distintos tipos de fármacos, con el fin de averiguar si estos remedios pueden afectar las funciones cerebrales de los adultos mayores tanto en relación con la memoria como con otras capacidades, como la atención y el desempeño.
Tannenbaum observó que el uso episódico de algunos tipos de remedios pueden causar problemas en diversas funciones cerebrales, y estas alteraciones suelen pasar desapercibidas en las personas que no tienen ningún otro problema de salud.
Los estudios realizados con benzodiacepinas, fármacos muy usados para tratar la ansiedad y el insomnio, mostraron que esta droga genera muy frecuentemente problemas para recordar y concentrase en los adultos mayores. Además, cuanto mayor es la dosis más intensos son los problemas que genera.
Los antihistamínicos usados para las alergias y los antidepresivos, generaron trastornos en la atención y en la capacidad para procesar la información.
Los investigadores recuerdan que el 90% de las personas mayores de 65 años toman al menos un remedio bajo receta y el 18% de ellos experimenta problemas de memoria o incluso déficit cognitivo leve. Por ese motivo Tannenbaum recalca la importancia de que los adultos mayores sepan los daños que pueden estar generando los fármacos que consumen.
La experta afirma que «a pesar de los riesgos, algunos pacientes deben continuar con su medicación en vez de vivir con síntomas intolerables. Cada individuo tiene el derecho de tomar un decisión sabiendo de lo que se trata y comprendiendo el efecto que la medicación puede tener en sus funciones cerebrales. «