Los conductores reportan mal estado de la vía desde el sector Candelero hasta la comunidad de Uberita. Afirman que el alcalde Marcano lleva años sin meterle mano a ese tramo del municipio Lander
Transitar por la carretera de la Colonia Mendoza de Ocumare se ha vuelto un reto para los conductores. Así lo denunciaron los transportistas que deben circular a diario por esta arteria vial para dirigirse a la localidad de Cúa o para ingresar al municipio Tomás Lander.
Los choferes también expusieron la carencia de alumbrado público y el pésimo estado de la vialidad.
“Es lamentable que una vía tan importante se encuentre en malas condiciones, debido a la ineficiencia de las autoridades”, sostuvo Mario González, residente del sector Ojo de Agua, quien afirmó que el Gobierno Nacional pretende impulsar el desarrollo agrícola en esa zona, sin ejecutar un plan vial que permita recuperar de manera integral esa carretera que da acceso a muchas haciendas y sembradíos que intentan cosechar productos agrícolas.
El vecino responsabilizó al alcalde Julio César Marcano del mal estado del corredor vial, aseguró que desde hace muchos años no se ejecuta un plan de asfaltado y bacheo.
“El alcalde sólo gobierna para el centro de Ocumare y no le mete mano al resto del municipio. Estamos a la intemperie”, manifestó el profesional del volante al tiempo que pidió a la Dirección de Ingeniería local enviar una cuadrilla para realizar trabajos de desmalezamiento y limpiar las cunetas, ya que permanecen repletas de tierra y desechos sólidos, lo cual obstaculiza la circulación de las aguas fluviales.
“Cada vez que llueve esto se convierte en una laguna. Queremos ver una solución inmediata, no nos conformaremos pañitos de agua tibia”, agregó González al señalar que cada tres meses debe hacer el tren delantero de su vehículo. Esto como consecuencia de las troneras que hacen de la vía una odisea.
Inseguridad reinante
Tanto los habitantes del sector Santa Rosa, como los residentes de la comunidad de Uberita, adyacentes a Colonia Mendoza, aseguran ser víctimas de la inseguridad, pues carecen de alumbrado público y la maleza arropa a los callejones. “El hampa común hace de las suyas cada vez que puede, estamos a merced de la inseguridad”, sostuvo Ana Delgado, quien es madre de familia y asegura que a su esposo lo han despojado de sus pertenencia, en reiteradas ocasiones, al llegar del trabajo.
MIP-TUY Agencia/Julio Materano
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