MADRID. Miles de trabajadores españoles del sector público de la salud y otras personas desfilaron el domingo por las calles de Madrid en protesta contra los planes del gobierno regional de reestructurar y privatizar parcialmente ese segmento del bienestar social.
La marcha, descrita como una «marea blanca» por las batas de muchos médicos y enfermeras que se sumaron a la protesta, convergió a media tarde en la emblemática Puerta del Sol.
El lunes, el consejero regional de salud se reunirá con un comité responsable de coordinar los servicios profesionales y los representantes de sindicatos para buscar un acuerdo sobre cómo ahorrar 533 millones de euros (697 millones de dólares).
Médicos, enfermeras y usuarios del servicio público de salud —agrupados en cuatro columnas— marcharon desde los principales hospitales ubicados en el norte, sur, este y oeste de la capital.
«Nuestro sistema de salud será dañado», dijo Alberto García, de 26 años. «Los pacientes están condenados a recibir un servicio mucho peor y esto sólo nos volverá más pobres».
Las 17 regiones autonómicas españolas administran los cuidados médicos y la enseñanza en lugar del gobierno central y Madrid ha propuesto subcontratar la gerencia de seis de 20 hospitales públicos y 27 de 268 centros de salud.
Las regiones españolas están ahogadas por una deuda soberana conjunta de 145.000 millones de euros (190.000 millones de dólares), al tiempo que el país está sumido en una doble recesión como resultado de la crisis de 2008 que trajo el estallido de la burbuja inmobiliaria.
El gobierno de Madrid, bajo el presidente regional Ignacio González, mantiene que las subcontrataciones y los recortes son necesarios para asegurar los servicios de salud durante una recesión profunda.
AP