El conjunto Vikingos de Miranda cerró una campaña heroica con el título alcanzado en la Liga Venezolana de Voleibol
Luego de ubicarse terceros en la primera temporada de la Liga Venezolana de Voleibol, la meta de Vikingos de Miranda era superar ese registro e intentar luchar por el título. Para alcanzar este objetivo debieron librar innumerables batallas, tanto deportivas como psicológicas y hasta médicas, pero al final se impuso el coraje e inspiración de un grupo que combinó la valiosa experiencia de atletas de selección nacional con la impetuosa juventud de jugadores que en su primera campaña profesional demostraron que tienen un futuro promisorio y que su talento también será exhibido en el equipo venezolano.
“Nunca nos rendimos. Pese a los problemas, seguimos adelante e hicimos los correctivos necesarios para obtener nuestra meta. El equipo jugó muy bien en la parte final y pudimos clasificar y aunque enfrentamos al rival más difícil (Huracanes), pudimos superarlos con una sorprendente pero contundente barrida, que nos fortaleció con inspiración para luchar por el campeonato, que desde siempre fue nuestro principal objetivo”, explicó Juan Carlos Blanco, presidente del club y exatleta de la selección nacional.
Remontando con coraje
La serie final fue reflejo del combate constante que vivieron los Vikingos durante los 20 partidos de la ronda regular, donde dejaron balance de 10-10 con 29 puntos, y la semifinal, eliminando a los favoritos Huracanes con un sólido 2-0 (3-1 y 3-0).
Los mirandinos se sobrepusieron a un inicio complicado al perder 3-0 para luego sacar fuerzas y demostrar su capacidad de remontar los retos más difíciles.
“El trabajo psicológico fue muy importante. El grupo siempre estuvo concentrado y motivado para conquistar el objetivo. Desde mi llegada me enfoqué en la correcta ejecución del aspecto técnico y sacamos provecho de las cualidades de cada uno de nuestros jugadores, logrando un excelente nivel que nos permitió recuperarnos y ser los campeones”, analizó Marcelo Arias, director técnico de Vikingos, quien le dedicó el título a su esposa Ninoska Clocier.
Ella fue la que me motivó a continuar en esto. Ya yo estaba retirado, pero como los dos somos atletas máster y amamos el voleibol, decidimos asumir el reto y, gracias a Dios, todo salió muy bien”.
Tres premios
El Jugador Más Valioso de la serie final fue Thomás Ereú, quien puso de manifiesto su gran experiencia y talento para guiar a Vikingos de Miranda al título. Además de esta distinción, el olímpico y campeón panamericano (2003) fue el Mejor Anotador con 273 puntos en la temporada 2012. También fueron reconocidos los vikingos Héctor Mata (Mejor Líbero) y José Rojas (Novato del Año).
“La meta siempre fue ser campeones. La batalla no fue fácil pero desde un principio sabíamos que no lo sería, por eso nos fortalecimos con cada serie y logramos el equilibrio mental y físico para alzar el trofeo. Estamos muy emocionados y complacidos por el trabajo en equipo”, dijo Ereu.
Mientras Rojas, quien en su primera experiencia como profesional demostró su gran talento y potencial, esbozó que “debo agradecer mucho a mis compañeros. Ellos me dieron la confianza y supe aprovecharla. No fue sencillo enfrentar a grandes jugadores siendo un juvenil, pero hice lo que sé hacer y atendí los consejos que me dieron los muchachos. Estoy feliz no sólo por el premio sino porque logramos la meta de ser campeones”.
Después de ser los monarcas del voleibol venezolano, Vikingos de Miranda tienen la mirada puesta en la temporada 2013 para defender la corona y seguir trabajando en formar talentos para proyectarlos a la selección del estado y al equipo nacional.