La intolerancia alimentaria también favorecería significativamente la aparición de los síntomas del SCI y existe evidencia de que la eliminación de los alimentos IgG reactivos de la dieta calmaría esos síntomas
Un estudio en Turquía sugiere que la eliminación de alimentos que activan la producción de las inmunoglobulinas G (IgG) aliviaría de manera efectiva los síntomas de la migraña y el síndrome de colon irritable (SCI).
Estos anticuerpos contra varios antígenos alimentarios están asociados con la aparición de la migraña; evitar alimentos IgG reactivos reduce los ataques. La intolerancia alimentaria también favorecería significativamente la aparición de los síntomas del SCI y existe evidencia de que la eliminación de los alimentos IgG reactivos de la dieta calmaría esos síntomas.
Dado que la migraña y el SCI a menudo aparecen juntos, un equipo turco a cargo del doctor Elif Ilgaz Aydinlar, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Acibadem, Estambul, evaluó la utilidad de una dieta de eliminación de alimentos IgG reactivos en 21 pacientes con migraña y SCI sin complicaciones.
El estudio aleatorizado y cruzado tuvo tres fases: inicial (alimentación habitual); primera dieta (dieta de eliminación y provocación, individualizadas según los resultados de los tests de sensibilidad), y segunda dieta (intercambio de las dietas de eliminación y provocación).
En las pruebas de anticuerpos IgG versus 270 alergenos alimentarios, la reacción promedio (títulos anormalmente elevados) fue de 23,1 mg/L. Todos los valores superiores a 7,5 mg/L indicaban una reacción positiva al alimento correspondiente. Las semillas, los frutos secos y los granos con gluten fueron los alimentos con mayor cantidad de resultados positivos.
En Headache, el equipo publica que la dieta de eliminación según las IgG estuvo asociada con una mejoría significativa de la migraña (cantidad de ataques, duración promedio y máxima de los ataques, gravedad máxima de los ataques y cantidad de ataques con tratamiento farmacológico agudo) y los parámetros del SCI (frecuencia y gravedad de dolor/distensión abdominal y calidad de vida), versus la alimentación habitual y la dieta de provocación.
El estudio fue pequeño y los investigadores instan a traducir con cuidado los resultados en la práctica clínica, para lo que se necesitarían más estudios. Consideran que la dieta de eliminación y los desafíos alimentarios exigen tiempo de parte de los pacientes y los médicos, además de una alta motivación y adherencia de los pacientes.
De todos modos, los autores opinan que para los pacientes motivados, la evaluación del nivel de anticuerpos IgG a los alimentos «permitiría ayudar a aquellos con migraña y SCI a identificar los alimentos que deberían eliminarse».
Por correo electrónica, Aydinlar dijo: «Entrevistamos telefónicamente a cada paciente un año después y, sorpresivamente, aunque no se los habíamos sugerido, casi todos seguían la dieta indicada porque había mejorado su calidad de vida () Fui testigo presencial del alivio de los síntomas de la migraña en nuestra clínica de atención ambulatoria con el uso de la dieta de eliminación. Si un paciente padece ataques frecuentes, no usa analgésicos de manera excesiva y padece SCI concomitante, recomiendo la extracción de una muestra de sangre para identificar los anticuerpos IgG a los alimentos».
Immuno Diagnostic Laboratories, Estambul, Turquía, financió el estudio. Los autores declararon no poseer conflictos de interés.