En un recorrido realizado por el equipo del diario La Voz, por tres grandes supermercados de la capital, se pudo constatar la falta de algunos productos alimenticios en los anaqueles, muchos de estos esenciales para la preparación de las comidas más comunes del país, entre ellas la popular Hallaca
“En mi casa tenemos seis meses sin comer arepa, porque no conseguía Harina Pan. Por eso cuando me enteré que aquí había llegado, salí corriendo del trabajo y me vine (…) gracias a Dios que la encontré, ya estaba a punto de renunciar a hacer las hallacas si no la encontraba antes del viernes”
Así lo indicó Nancy Hernández, al salir de una reconocida cadena de supermercados ubicada en la avenida principal de La Urbina, municipio Sucre, al que acudió la mañana de este martes tras conocer que allí podría conseguir la famosa harina de maíz precocida, que según manifestó, no hallaba desde junio del presente año.
Largas colas que llegaban al final de los pasillos se podían observar en todas las cajas del establecimiento. Muchos aseguraron tardar hasta 30 minutos en poder cancelar el valor de su carrito lleno de los paquetes amarillos, que “victoriosamente” obtuvieron tras disputarse un espacio para poder tomarlos del anaquel; el cual rápidamente quedaba vacío y debía ser sustituido por otro lote del popular alimento.
Malabares para comprar
Cinco kilos se despachaban por personas, por lo que familias enteras llegaron hasta el local comercial para conseguir la cantidad que necesitaban. Alegando además, que este era el fin de una intensa búsqueda que habían protagonizado para conseguir el producto.
“Yo me vine con mis dos nietos; todos agarramos la parte que nos correspondía y las vamos a pagar por separado. Como necesitamos más, planeamos dejar las bolsas en el área de paquetes y ponernos hacer la cola otra vez, no nos queda de otra, sino la familia se queda sin la cena de navidad”, describió Julia Peña, mientras avanzaba en la cola hacia la registradora.
Según un trabajador del lugar, cuya identidad prefirió no revelar, “eran contados” los que llevaran otra clase artículo en su compra. “Este derivado del maíz fue prácticamente lo único que se vendió durante las primeras horas de la jornada”, explicó.
Asimismo, señaló que por la forma en la que se estaba vendiendo, posiblemente se agotaría otra vez. “Estas son compras nerviosas, la gente cree que se va a desaparecer nuevamente. Pero de la forma que se la están llevando dudo que llegue a mañana (hoy)”, destacó.
“De otro tipo”
Sin embargo, este panorama no se repite en las otras grandes cadenas de mercados. Tal es el caso del comercio situado en la avenida principal con Calle 1 de La Urbina, donde el “tan buscado producto” no ha tocado su estantes desde hace ya varios meses, según lo indicó un cliente frecuente. Pero a cambio, ofrecen una harina enriquecida con arroz, la cual duplica el valor del producto original.
Esta realidad también la viven los usuarios del Hipermercado Bicentenario que se encuentra en la urbanización Terrazas de El Ávila, donde la estantería de todo un pasillo está repleta de harina, pero de un tipo integral que es una mezcla de maíz blanco molido, avena y afrecho, que al parecer no goza de la aceptación de los compradores.
“Esa masa no sirve, yo la compro porque no queda de otra pero jamás es lo mismo. Uno resuelve para hacer las arepas, pero para las hallacas no me arriesgo, prefiero no hacerlas. Es insólito que en un establecimiento del Estado no te provea de lo que uno necesita, si no hay aquí no creo que haya en ningún otro lado”, comentó elocuentemente una compradora.
Otro productos escasos
El aceite vegetal –uno de los preferidos para la preparación del onoto que da color a la masa de las hallacas- “se esfumó” de los anaqueles de la mayoría de las cadenas de mercados del municipio Sucre, según se pudo constatar y relataron varios usuarios, en un recorrido que el diario La Voz realizó por diferentes establecimientos.
Asimismo, el aceite de girasol “brilla por su ausencia”, por lo que los de Soya y Canola se han convertido en la única opción para los consumidores. Cuyos valores oscilan entre los 16 y 23 Bs. dependiendo de la marca del producto.
Situación que se repite con el azúcar, pues de tres comercios visitados sólo se consiguió en uno, el Gran Abasto Bicentenario, pero su venta está racionada a tres kilos por persona.
“El guiso de los buhoneros”
Algunos de los clientes del supermercado de La Urbina, donde este martes se podía conseguir harina de maíz precocida, denunciaron que entre los compradores se encontraban buhoneros de Petare, quienes la adquirían para “revenderla” en sus puestos, con un valor mayor al adquirido.
“Yo sé que el supermercado no tiene como regular eso, pero los buhoneros tienen un guiso con la harina, ya he visto a más de uno ir y venir… Lo que da es rabia, porque después los ves vendiéndola bien caro. Y haciendo eso perjudican a las familias que las necesitan. Las autoridades deberían prohibir que las vendan, son unos abusadores”, exclamó una comerciante cuya identidad prefirió no revelar.
Anabel Barrios Díaz