Miles de sindicalistas y militantes de izquierda en Argentina se movilizaron el miércoles hasta la Plaza de Mayo, ante la Casa Rosada (gobierno), en reclamo de la reducción de un impuesto al salario y contra la inflación y la inseguridad, coincidentes con demandas de la clase media.
En el discurso central del acto, Hugo Moyano, líder gremial crítico del gobierno, exigió a la presidenta Cristina Kirchner que se ocupe de resolver la inflación y la inseguridad, los dos temas que más preocupan a la población, según las encuestas.
«Señora presidenta, ocúpese de la inflación que carcome el salario, y además tiene todos los instrumentos necesarios a su alcance para ocuparse de la inseguridad que sufrimos todos los argentinos», dijo Moyano, antiguo aliado de Kirchner.
La inflación en Argentina supera el 25% anual, según los economistas independientes, mientras las cuestionadas estadísticas oficiales la cifran en alrededor de 10%.
Estos reclamos coinciden con los de amplios sectores de clase media que se han movilizado el 8 de noviembre en un ‘cacerolazo’ en Buenos Aires y otras ciudades de Argentina, aunque este miércoles no participaron en la marcha gremial, constató la AFP.
El dirigente del poderoso sindicato de los camioneros centró además su discurso en un fuerte reclamo al gobierno para se reduzca la alícuota del impuesto a las ganancias, que involucra a casi dos millones de asalariados y genera fuerte malestar.
Moyano, actualmente al frente de un sector opositor de la dividida Confederación General del Trabajo (CGT), logró sumar a la protesta a una corriente de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y partidos de izquierda.
La otra corriente de la CGT, que reúne a los principales gremios industriales, y el otro sector de la CTA (con mayoría de docentes), se alínean con el gobierno.