Un grupo de investigadores de Shanghai ha identificado una bacteria cuya presencia en los intestinos podría ser la causante de la obesidad y preconizan un cambio de dieta para luchar contra esta enfermedad.
Los científicos de la universidad Jiaotong descubrieron que los ratones que normalmente resisten a la obesidad, incluso cuando comen alimentos con muchas calorías, terminaron engordando al inyectarles una bacteria humana llamada enterobacteria.
Esta bacteria fue hallada en grandes cantidades en los intestinos de una persona con obesidad mórbida que participó voluntariamente en el estudio y por ello los científicos la relacionan con la enfermedad.
Los ratones del experimento recibieron inyecciones de esta bacteria durante diez semanas y los resultados demostraron que «podría contribuir al desarrollo de la obesidad en los humanos», según un artículo publicado en la revista International Society for Microbial Ecology.
Otra persona que participó en el estudio perdió 30 kilos en nueve semanas gracias a una dieta a base de cereales, alimentos medicinales chinos tradicionales y alimentos prebióticos que redujeron hasta un nivel «indetectable» la presencia de la bacteria en sus intestinos, indica el artículo.
Uno de los autores del estudio, Zhao Liping, ya había perdido 20 kilos en dos años gracias a una dieta a base de alimentos probióticos fermentados, como el melón amargo, en otro experimento cuyos resultados fueron publicados este año por la revista Science.
El trabajo de Zhao Liping está inspirado en la medicina tradicional china que considera que los intestinos son la «base de la salud humana», indicó Science.
El próximo objetivo de los investigadores de Shanghai es ahora identificar más bacterias que influyen en la obesidad.
Los casos de obesidad en el mundo se han más que duplicado desde 1980, según la Organización Mundial de la Salud, y en 2008 había más de 500 millones de adultos que padecían esta enfermedad en todo el planeta.
Agencias