La prestigiosa revista estadounidense Science seleccionó al descubrimiento del bosón de Higgs, una partícula considerada la piedra angular de la estructura fundamental del universo, como el principal hallazgo científico de 2012, en su lista anual publicada el jueves.
La existencia de esta partícula fue postulada en 1964 por el físico británico Peter Higgs, de donde proviene el nombre del hallazgo, con sus colegas Robert Brout y François Englert.
El bosón de Higgs, difícil de alcanzar debido a su inestabilidad, explica por qué las partículas elementales tienen masa y otras no, revelando cómo estas últimas interactúan con las fuerzas electromagnéticas para formar la materia en el universo.
Dos equipos internacionales de físicos desvelaron su existencia el 4 de julio después de los experimentos en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), el acelerador de partículas más potente del mundo, en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (Cern), cerca de Ginebra.
Además del bosón de Higgs, Science identificó otros nueve desarrollos científicos de 2012 que merecen ser incluidos en su último ranking anual:
– Investigadores japoneses transformaron células madre embrionarias de ratón en ovocitos viables que pudieron ser fecundados en laboratorio y se desarrollaron para dar ratones entre madres portadoras, una técnica que les devuelve la esperanza a las mujeres infértiles.
– La secuenciación completa del genoma humano de Denisovan, hecha a partir del fragmento de un hueso de un dedo gracias a una nueva técnica.
– El complejo sistema de aterrizaje de la sonda estadounidense Curiosity, que demostró con su llegada a Marte en agosto que la NASA podría depositar con gran precisión cargas pesadas sobre suelo marciano, una técnica que se podrá utilizar para futuras misiones tripuladas.
– El láser de rayos X, mil millones de veces más potente que la tradicional fuente de luz de sincrotrón, permitió revelar la estructura de las proteínas que eran inaccesibles para los rayos X convencionales.
– La ingeniería de precisión del genoma humano que permite modificar o desactivar genes, una técnica de determinación genética eficaz y más barata que podría señalar el papel específico de los genes y sus mutaciones.
– La confirmación de la existencia de los fermiones de Majorana, partículas elementales que, entre otras propiedades, actúan como su propia antimateria y se presentan bajo la forma de cuasi-partículas. Estas podrían ser utilizadas para almacenar y procesar un mayor número de datos informáticos.
– El proyecto ENCODE que, después de diez años de investigación, demostró que el 80% del genoma humano está activo, lo que debería ayudar a la comprensión de cómo los genes se activan y desactivan, revelando algunos de los factores genéticos de riesgo para las enfermedades.
– Una interfaz cerebro-máquina que mostró que pacientes con parálisis podían mover un brazo mecánico por la sola actividad mental y hacer movimientos complejos, una tecnología experimental muy prometedora para los discapacitados.
– El descubrimiento por parte de investigadores chinos del último parámetro de un modelo de física que describe cómo las partículas llamadas neutrinos se modifican a la velocidad de la luz, lo que podría ayudar en el futuro a explicar por qué el universo contiene tanta materia y tan poca antimateria.
No son dos partículas
Los científicos del centro de investigación física europeo CERN confían en que podrán anunciar definitivamente que han descubierto el esquivo bosón de Higgs en un conferencia prevista para el mes de marzo. Al mismo tiempo, han negado la idea que circula ampliamente en blogs e incluso en algunas revistas científicas de que en lugar de haber encontrado una partícula elemental se trataría más bien de una pareja. Los investigadores del CERN anunciaron en julio pasado que habían encontrado lo que parecía ser la partícula que da masa a la materia, tal y como había imaginado hace medio siglo el físico teórico Peter Higgs. Pero no llegaron a decir a ciencia cierta que era el bosón de Higgs, en espera de más investigaciones.
«Los últimos datos que tenemos sobre esta cosa que hemos estado viendo durante los últimos meses muestran que no es simplemente como un bosón de Higgs, aunque es muy parecido», dijo Oliver Buechmuller del equipo CMS en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN. «De la forma en que van las cosas, en la reunión de Moriond podríamos ser capaces de dejar de decir que se parece a Higgs y llamarlo finalmente bosón de Higgs», dijo, refiriéndose a la reunión anual que se celebrará en la localidad italiana de los Alpes.
Las sugerencias de que puede haber dos Higgs, una partícula que hizo posible la formación del universo después del Big Bang, hace 13.700 millones de años, surgió después de que un informe sobre la marcha de los trabajos científicos del CERN la semana pasada. Es casi seguro que su descubrimiento definitivo permitirá ganar un Premio Nobel.