El tenista español sigue recuperándose de sus lesiones y espera estar de vuelta en marzo del año próximo
La cuenta regresiva para Rafael Nadal está cada vez más cerca del cero y el español sabe que su vuelta a la acción, al margen de que sea en una exhibición (debuta el 28 de diciembre en Abu Dabi), concentrará una atención mayúscula.
Por eso, en los últimos días el entorno del jugador y el propio Rafa se mostraron cautelosos de cara a su regreso, destacando que es recién el primer paso de un proceso para cuya meta faltan todavía unos meses. «Mi temporada arranca en marzo. Mi objetivo real es empezar en perfectas condiciones en Indian Wells y Miami y llegar a Montecarlo con buenas sensaciones, afrontar en buen estado la temporada de tierra», resaltó este domingo el mallorquín, en declaraciones al diario ABC de España.
«No le doy mucho valor a cómo vaya a jugar el próximo mes y medio o dos meses. Abu Dabi para mí es una prueba. Mi objetivo no es esa semana, ni tampoco Australia o Doha. Mi objetivo es estar en forma, recuperar del todo mis sensaciones y sentirme del todo preparado, que responda la rodilla. Lo único que me importa es la rodilla», agregó.
Hoy por hoy, el N°4 del mundo todavía continúa sufriendo algunas molestias: «Sé que voy a jugar en Abu Dhabi sin que la rodilla esté genial, pero me siento mejor. Los doctores dicen que está muy bien y eso es una gran noticia para mí, pero sigo sintiendo algo. Calma, yo noto que está mejor pero no la siento perfecta».
¿Podrá volver a ser el de antes de la lesión? «Lo intentaré, es lo único que puedo hacer. Pero la gente ha de saber que cuando estás tantos meses sin competir necesitas un tiempo para progresar. Acepto que estaré unos meses donde quizás tenga que competir y parar, necesito calma y estar preparado para esta situación», explicó.
«Creo que no me he olvidado de jugar. Llevo más de 600 partidos de ATP y no me he pasado dos años sin jugar. Mi sentimiento es bueno. El último torneo que jugué en condiciones fue Roland Garros y lo gané y esas emociones siguen en mí», completó.
Su último partido en el circuito se remonta a la segunda ronda de Wimbledon y la caída con el checo Lukas Rosol. De allí en más, comenzó una larga ausencia que lo dejó sin Juegos Olímpicos, sin US Open, sin final de Copa Davis y sin el Masters de fin de año. «Lo peor ha sido perderme los Juegos Olímpicos, pero lo he llevado bien, lo he aceptado con normalidad. Es parte de mi carrera, parte de mi trabajo y nada es fácil. Es un reto, otro más para mí. Ahora toca volver después de estar seis meses fuera de competición y lo asumo», cerró.