El venezolano disfruta esta época intensamente, entre música, reuniones, brindis y deliciosos platos nuestra identidad cultural se expresan con fuerza, al igual que la llegada del niño dios bendice cada rincón de la hermosa Venezuela
En Navidad Venezuela se viste de fiesta y se engalana con su mejor ambiente, es época de sabor y festejo, de reunión y encuentros, de calidez y felicidad.
En cualquier rincón venezolano se celebra la llegada del niño dios y un sinfín de tradiciones se despliegan en todo el territorio nacional. Diciembre comienza con alegría y el venezolano disfruta esta época intensamente, entre música, reuniones, brindis y deliciosos platos nuestra identidad cultural se expresa con fuerza y la llegada del niño dios bendice cada rincón de esta hermosa Venezuela tuya.
Existen diferentes expresiones culturales, gastronómicas, musicales y tradicionales que identifican la celebración de la navidad en Venezuela, estas celebraciones tienen una gran fuerza pues encierran innumerables reuniones colectivas que hacen que las fechas decembrinas sean muy especiales.
Estas celebraciones llenan de calor humano todas las fiestas navideñas que si algo tienen característico es ser un período donde la reunión familiar, la solidaridad y los valores humanos se apoderan de nuestras almas, entonces Venezuela se hace aún más cálida y da paso a la entrega de un periodo que se cierra para recibir otro nuevo lleno de esperanzas y nuevos sueños por realizar.
El pesebre
El pesebre venezolano tiene su origen en las tradiciones españolas traídas al nuevo mundo por los colonizadores, los indígenas y esclavos africanos en su condición “no cristiana” no aportaron significación alguna a estas fiestas salvo la influencia aportada a la parte gastronómica de los festejos de navidad.
Recibimos a través de la colonización española la esencia de la del culto al nacimiento de Cristo, del Niño Jesús, esencia a la que se fueron añadiendo las reinterpretaciones que ahora caracterizan la navidad latinoamericana. Su esencia ha permanecido incólume ante los cambios generalizados sufridos por la cultura navideña.
Esta costumbre echó raíces entre los miembros de la nobleza quienes encomendaron obras semejantes a famosos tallistas y un proceso quizá más rico se dio en América a partir de la colonización española al irse sumando la riqueza creativa artesanal que fue caracterizándonos a medida que se producían las fusiones culturales extraordinarias que nos conformaron como hispanoamericanos.
El venezolano de nuestros días no ha renunciado a la costumbre de «poner el pesebre», incorporándole como compañeros del escenario navideño el arbolito y otros adornos de más reciente introducción. Esto último particularmente en el entorno urbano, en donde se depende cada vez más de la industrialización de la navidad. En el ámbito rural y en el menos urbanizado, aún se dispone de espacio y tiempo suficientes para que la tradición del pesebre se explaye en toda su dimensión creativa.
Misas de aguinaldos
La costumbre es amanecer en diciembre en una misa de aguinaldos ó Misa de Gallo, estas misas son una expresión que caracteriza la transculturización y la fusión de dos mundos que se ha dado en estas tierras. Las misas de aguinaldo reúnen a familiares y amigos en la iglesia, que está particularmente adornada para estas fechas y donde el clérigo dirige la misa que es acompañada de cantos de aguinaldos que aluden el tema cristiano que se celebra en estas fechas, se comparte en la iglesia acemas de pan y al culminar las misas se lanzan fuegos artificiales, se toma chocolate ó café. Al despuntar el sol ya el evento culmina, dejando a los participantes llenos de regocijo y amor por el prójimo, preparados para las diferentes jornadas navideñas.
La mesa navideña
Si algo caracteriza la navidad en nuestra tierra es la particular mesa navideña, producto de la fusión de muchas razas, y de la transculturización y la clara influencia española sobre los indígenas venezolanos, nuestra comida es bien particular, llena de color y sabor, en la mesa de navidad encontramos como plato principal y característico la amada Hallaca venezolana, vestida de hojas de plátano, su piel de harina de maíz esconde un guiso que incluye ingredientes de la cultura española y la indígena venezolana, la hallaca es acompañada de pan de jamón, famoso en nuestra tierra en la época decembrina, igualmente la ensalada de gallina, el pernil de cochino son platos característicos que se presentan con la hallaca, se sirve jamón planchado e incontables variaciones de ensaladas dulces, adornos especiales decoran las mesas.
También encontramos en la mesa de navidad dulces presentaciones como el dulce de lechoza típico venezolano, el panettone que traído por inmigrantes europeos y a pesar de no ser nuestro se a adentrado en nuestra mesa hasta hacerse característico en nuestra navidad, la torta negra también va de gala en la mesa, turrones, confitería variada, nueces y avellanas son los elementos más característicos que conforman la mesa navideña, la cual se viste de gala para reunir a familiares y amigos y en compañía de vinos, champañas, whiskys y cócteles se convierte en un festejo que prepara a los participantes a la entrega de regalos y presentes que se hacen solo en esa época del año, identificándonos el tradicional intercambio de regalos. Agencias
Las paraduras del niño
En las zonas andinas se mantiene una tradición llamada la Paradura, Robo y Búsqueda del Niño, se trata de unas fiestas donde se representa en el mensaje bíblico acerca de la infancia del Cristo -el Niño perdido y hallado en el templo-, en este festejo al Niño Jesús lo ponen de pie y lo hacen caminar, como a cualquier niño, en el ritual de la Parada o Paradura ritual donde se le nombran padrinos que se encargan de que se pare y camine. Con estas celebraciones se ratifica la idea de la reincorporación permanente del Niño-Dios tanto al seno familiar como a la comunidad.
Las paraduras se hacen desde el 31 de diciembre hasta el 2 de febrero, cuando se quita el pesebre de los hogares venezolanos.