Una banda de sujetos encapuchados utilizó dos vehículos no identificados para llegar hasta la calle de Casalta II, donde ejecutaron sin clemencia a Leonardo Linares García, de 27 años y a su amigo que iba de parrillero en la moto donde ambos transitaban por el sector, a la 1:30 de la madrugada del lunes.
Los hombres bajaron de sus carros y trancaron la vía para obstaculizar el paso de la moto. En medio de la penumbra accionaron sus mortales armas que acabaron con la vida de Leonardo Linares. Su compañero, cayó agonizante al pavimento y expiró en la unidad de emergencia del hospital Periférico de Catia.
Los dos amigos fueron despojados de la moto Empire en la que viajaban, de sus carteras y teléfonos celulares. Linares, quien laboraba desde hace un año como mototaxista en una linea de Propatria, recibió dos disparos.
El mototaxista dejó 3 hijos de 10, 7 y 2 años, respectivamente, y vivía en El Junquito, pero visitaba con frecuencia a su familia que reside en Casalta. «No hay seguridad, matan por matar. Matan a la gente como animales. Mi hijo no era malandro, era como cualquier hombre le gustaban las mujeres y dedicado a su hijo. No andaba en malos pasos», dijo Carmen García, madre de una de las victimas.
También en el oeste de Caracas, pero en la parroquia 23 de Enero, fue asesinado Erick Rafael Pérez Aranda, de 33 años de edad. El hombre estaba en una celebración de cumpleaños en el bloque 12 de Monte Piedad, cuando se desato una balacera entre antisociales y quedo atrapado en la linea de fuego. En el hecho hubo otras 4 personas heridas de bala.
Pérez Aranda era comerciante de ropa. Fue trasladado por vecinos hasta el hospital de Lídice pero murió, según contó su hermana Rosangel Mora.