Este año, tras nueve temporadas, los cuatro grandes torneos quedaron en manos de distintos jugadores: Djokovic, Nadal, Federer y Murray
Se bajó el telón del calendario 2012, que dejó mucha tela para cortar: récords, hechos históricos, hazañas memorables y victorias inolvidables. El dato más llamativo es que, por primera vez en nueve años, cuatro jugadores distintos ganaron los cuatro torneos de Grand Slam y ellos fueron los cuatro mejores del mundo. En tanto, el tenista que logró más títulos no fue uno de los Cuatro Fantásticos.
En esta temporada, Novak Djokovic conquistó el Abierto de Australia, Rafael Nadal se impuso en Roland Garros, Roger Federer triunfó en Wimbledon y Andy Murray se sacó la espina de su primer título grande al obtener el US Open. Este reparto total de los cuatro ‘Majors’ se había dado por última vez en 2003, cuando Andre Agassi ganó en Australia, Juan Carlos Ferrero en Francia, Federer en Inglaterra y Andy Roddick en Estados Unidos.
El dato curioso es que hubo un tenista, Federer, que repitió y justamente lo hizo en Wimbledon, siendo el de 2003 su primer título de Grand Slam y este de 2012 el 17º y por ahora último. Los otros tres jugadores de aquel hecho llamativo de ese año ya se retiraron (Ferrero y Roddick dijeron adiós en los últimos meses). Otro hecho singular: en 2003 se había registrado este reparto de los cuatro títulos principales por cuarto año seguido en el circuito masculino.
Tomando en cuenta a los Grand Slam, por primera vez dos hombres se enfrentaron en cuatro finales consecutivas: Djokovic y Nadal lo habían hecho en Wimbledon y el US Open en 2011 y completaron el cuarteto en Australia y Roland Garros durante 2012. El serbio ganó las tres primeras definiciones y esa tercera, en Melbourne, fue la final más larga de la historia de los Grand Slam, de 5 horas y 53 minutos. El partido finalizó a la 1:37 de la madrugada del lunes en Australia y marcó además el séptimo triunfo seguido de Djokovic sobre Nadal en una final. Y luego tuvo el español su desquite en París.
Justamente, Nadal conquistó el Abierto de Francia por séptima vez y así quebró el récord que estaba en poder de Björn Borg. Para colmo, el zurdo de Manacor concretó esa proeza en el transcurso de ocho años. Y su marca en Roland Garros es extraordinaria, ya que en total sólo perdió un partido en ese torneo. En su favorita arcilla, venía de conseguir otra hazaña estupenda: se adjudicó el torneo de Monte-Carlo por octavo año seguido. Allí en el Principado de Mónaco participó en los nueve años últimos y apenas sufrió una derrota en total.
El jugador que empezó 2012 como Nº 1 del mundo fue el mismo que lo terminó en ese lugar de privilegio: Djokovic. Así, el serbio se convirtió en el primer hombre en finalizar en la cima de la ATP en años consecutivos, desde que Federer lo hiciera en cuatro seguidos, entre 2004 y 2007. Como ocurrió en su sensacional 2011, Djokovic volvió a disputar tres finales de ‘Majors’. Está claro que la diferencia radicó en que el año pasado ganó las tres y en 2012 se coronó en una, con el agregado de que por primera vez pudo ser finalista en Roland Garros. Y cerró la temporada venciendo a Federer, ya de 31 años, para ganar la Copa Masters.
Si reparamos en los récords batidos en 2012, es Federer el que se robó las miradas y los aplausos. Venía con un gran envión de la recta final del año previo y empezó muy bien, pero sin dudas su pico llegó en Wimbledon. Frustró la ilusión británica de tener un campeón local tras más de 70 años al vencer al escocés Murray y así igualar a Pete Sampras con 286 semanas como Nº 1 del mundo. El suizo desplazó a Djokovic del trono y luego quebró ese récord de permanencia hasta llegar a 302 en la cima, con el plus de ser el único varón en la historia en pasar la marca de las 300 semanas como rey.
Al lograr esa victoria en Londres, Federer igualó además el récord de Sampras de siete coronas en Wimbledon. Así, cortó su peor sequía sin títulos de Grand Slam desde que logró el primero, en Wimbledon 2003, de dos años y medio y mejoró su marca histórica para acumular 17 copas de Grand Slam (le sacó tres de ventaja a Sampras). Ahora Federer suma 878 victorias en su carrera y superó las 875 de John McEnroe, siendo el cuarto varón con más triunfos como profesional. Además, al lograr seis torneos de ATP quedó a uno de los 77 de McEnroe, quien tiene la tercera mejor marca.
Acto seguido a la gran cita en La Catedral, el mismo escenario le abrió las puertas a los Juegos Olímpicos. Federer se quedó con las ganas de ganar su primera medalla de oro en singles pero igual se conformó con la de plata. Murray fue su verdugo en una definición rápida, luego de que el suizo derrotó al argentino Juan Martín del Potro en una semifinal muy extensa y dramática. El británico hizo vibrar al público anfitrión en Londres y después se dio el lujo de adjudicarse su primer Grand Slam, en el US Open.
Queda en claro, entonces, que se trató de un año en el que el reparto de la gran torta fue muy parejo, como hacía varios años no ocurría. De hecho, la mayor racha ganadora la tuvo Federer, con sólo 16 victorias, seguido por Nadal, con 13 triunfos. Los considerados Cuatro Fantásticos se dividieron la gloria a cada paso. Fue Djokovic el más regular de la elite y se mereció cerrar 2012 como campeón del mundo. Para Federer fue el tercer año consecutivo jugando sólo una final de Grand Slam. En tanto, Murray disputó por primera vez dos definiciones de ‘Majors’ en una sola temporada.
Para los tenistas, acostumbrados a jugar individualmente, suele ser un problema unirse para participar en la Copa Davis. Ese drama lo vive seguido más de un país, pero no es el caso de República Checa y de España, justamente los que disputaron la final Nº 100, en Praga. Con lo justo, el equipo checo se impuso en casa y tuvo como héroe Radek Stepanek, ex top-ten, a días de cumplir 34 años. Así, le cortó la racha a los españoles, que padecieron la baja obligada de Nadal y que tuvieron en Ferrer a su as de espadas, al punto de que ganó cómodo sus dos singles.
Vale la pena el reconocimiento para Tomas Berdych (6º), pieza clave para vencer de visitante a Argentina en semi y escalar hasta la definición. Es el líder indiscutido del nuevo campeón, más allá de que Stepanek acaparó la mayor parte de los flashes en la jornada decisiva. Este fue, sin dudas, otro ejemplo rotundo de cómo se dio un gran reparto del protagonismo en el circuito masculino durante 2012.