Con la esperanza de compartir con allegados el fin de año, cientos de personas aguardan en el terminal de pasajeros –incluso por más de 10 horas- a la espera de un pasaje que los lleve a su destino. Denuncian sobreprecio y maltrato policial
Entre el dilema de “hay y no hay”, durante la tarde del jueves, numerosas personas aguardaban en el terminal de La Bandera en una desorganizada fila -detrás una barricada de asientos apilados que improvisó la Policía Nacional Bolivariana (PNB), para mantener el orden- a fin de conseguir el “tan anhelado boleto” que los llevaría a sus destinos de fin de año.
Más de 10 horas debieron aguardar algunos usuarios hasta que lograron adquirir el pasaje, quienes preparados con ropa cómoda, zapatos deportivos y botellitas de agua llegaron a la estación de autobuses desde las 4:00 de la mañana dispuestos a irse de viaje “a la hora y al precio que salga”, con la firme intención de compartir con sus familiares.
Pero no todos pudieron cumplir su cometido, pues las constantes negativas y el “peloteo”, como lo afirmaron algunos viajeros, sobre la supuesta habilitación de algunas unidades que nunca llegaron a presentarse, hicieron que más de uno retornara a sus hogares “vestidos y alborotados”; algunos aceptando su derrota y otras preparándose para retomar la diligencia el día de hoy.
Espera y caos
Tal es el caso de Xiomara González, quien en busca de un espacio dentro de un autobús para llegar hasta la Sierra de Perijá, estado Zulia, con el fin compartir las fiestas junto a su anciana madre, asistió al terminal el pasado miércoles desde las 5:00 de la mañana, pero debido al incidente que ocurrió con una bomba de gas lacrimógeno que fue presuntamente detonada por un uniformado de la PNB para calmar a los temporadistas amotinados, se retiró sin alcanzar su cometido.
Este jueves, volvió a las misma hora y no fue sino hasta las 1:00 de la tarde que le expidieron un ticket de la línea “Expresos Maracaibo” para un viaje que salió a las 6:30 pm.
“Hice maromas para poder obtenerlo, salte de un lugar a otro, entre la gente de las colas nos hacíamos turnos para ir al baño, sentarnos por ratos e ir a comer. Incluso en una ocasión hice un trato con una chica, quien aguardó en la fila mientras me dirigía a un terminal privado cercano para ver si compraba ambos pasajes, pero tampoco había. Uno hace todo esto por su familia, pero la verdad es una tortura”, expresó la mujer.
No obstante, Karla Rangel quien buscaba para dirigirse a San Cristóbal, estado Táchira, no tuvo la misma suerte, ya que luego de esperar por más de ocho horas, se retiró tras ver poco movimiento en las taquillas.
“Me rendí, así de simple. Primero pasaron a dos grupos con más o menos una hora de diferencia. Después espere a que llamaran al siguiente lote donde posiblemente yo entraría, pasaron las horas y nada… La desorganización aquí se merece un premio, definitivamente”, se quejó.
Especulación en precios
Algunos usuarios también denunciaron que existe una especulación en el precio del pasaje, pues “bajo cuerda” ofrecen los boletos con un valor mayor . Se quejaron que para las rutas largas que viajan hacia Maracaibo – Zulia, San Cristóbal – Táchira, Barquisimeto – Lara, y Mérida; cuyo valor legal está entre 190 y 200 bolívares, son cobrados en 250 y hasta 300 Bs.
Mientras que los precios para rutas cortas tales como Valencia – Carabobo, y Maracay –oscilan entre 70 y 80 Bs. presuntamente están siendo cobrados 100 y 150 Bs.
“Si uno le dice a la policía se hacen los locos y por aquí yo no he visto ni un solo funcionario de Indepabis para quejarme. Y si le digo algo seguro tampoco hacen nada, porque así funcionan las cosas aquí… Esto es como un gran baño público, todo mundo se lava las manos”, criticó un usuario.
Agotados en líneas privadas
Los diferentes terminales privados, aunque están ofreciendo sus servicios con normalidad, los boletos se están vendiendo “como pan caliente” y para horas del medio día es difícil conseguir pasajes; por lo que recomiendan a los usuarios tomar previsiones.
Piratas hacen su agosto
Pregonando “a todo gañote” diferentes lugares del país y cargando cartelitos que describen las comodidades que ofrecen, varios grupos de “camioneteros piratas o trabajadores independientes”, se encuentran a las afueras del Terminal de La Bandera, a fin de pescar a los usuarios que no encontraron boletos de la forma legal y les urge emprender su viaje.
Pero quienes elijan esta opción, que además supone un riesgo debido a que las unidades no han sido declaradas “óptimas” por las entidades competentes, deben pagar un precio mayor a los que ofrece el terminal, incluso 80 y 100 bolívares más al valor oficial.
En Cifras
Según explicó el coordinador de operaciones del terminal de La Bandera, Edison Hiceles, estos son los números (aproximados) que han registrado durante el asueto decembrino. Por la estación han salido 523 mil pasajeros en unas 16 mil unidades, mientras que han recibido unos 227 mil usuarios a bordo de 7 mil autobuses.
Asimismo, cuentan con el apoyo de 370 funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana.
Anabel Barrios Díaz / diariolavoz.net» abarrios@diariolavoz.net