El cuidado de las rodillas es esencial para todas las personas y, aún más, para las que practican deportes.
La rodilla está formada por la unión de 2 importantes huesos, el fémur en su porción distal, y la tibia en la porción proximal. Dispone asimismo de un pequeño hueso, llamado rótula, que se articula con la porción anterior e inferior del fémur. Puede realizar principalmente movimientos de flexión y extensión.
El cuidado de las rodillas es esencial para todas las personas y, aún más, para las que practican deportes. Hay algunos pasos que nos ayudan a mantenerlas saludables:
1. Entrar en calor y elongar suavemente antes de iniciar la rutina física. Beneficia la articulación de las rodillas en muchos sentidos. Aumenta la circulación de la sangre y asegura que el músculo y los ligamentos no estén muy apretados. Como resultado, se reduce la tensión en el tendón y la presión sobre la rodilla se afloja.
2. Desarrollar un balance muscular. Entrenar los músculos del tren inferior para reducir la cantidad de fuerza que deben soportar las rodillas. Mantener la relación ideal de fuerza de 3 a 2 (cuádriceps –isquiotibiales) para proveer un nivel apropiado de estabilización y fuerza para la articulación de la rodilla.
3. Evitar hacer demasiado ejercicio. Algunos deportistas lastiman sus rodillas por sobreuso y por la acumulación de excesivas demandas sobre las mismas. La planificación de tiempos de descanso es una parte muy importante del plan de entrenamiento.
4. Evitar rápidos incrementos en la intensidad. Tratar de que el cuerpo se adapte de forma gradual y progresiva a las demandas del plan de entrenamiento. Hacer “mucho, muy rápido” puede lesionar las rodillas. Algunas acciones pueden acelerar el nivel de intensidad de una manera no tan obvia, por ejemplo, correr en terrenos con subidas en lugar de llanos.
5. Proteger los pies. La manera en que los pies impactan en el piso mientras hacemos actividad física puede tener un profundo efecto sobre las rodillas. Por eso, debemos usar el número de calzado adecuado para nuestro tamaño de pie (tanto en ancho como en largo). También hay que atender rápido cualquier problema que aparezca, como las ampollas.
6. Variar el modo o la manera de entrenamiento. Utilizar diferentes modalidades de ejercicios evita estresar repetidamente los mismos huesos y grupos musculares. También ayuda a que el estrés ortopédico sobre las rodillas sea menor.
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