WASHINGTON. La secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton ha estado hablando con personal bajo su cargo y revisando documentos desde el hospital de Nueva York donde se recupera de una trombosis cerebral, dijo el miércoles el Departamento de Estado.
Los médicos continúan monitoreando la salud de Clinton y su respuesta a los anticoagulantes que se le suministran para disolver los coágulos. Sus asistentes dijeron que el miércoles no había actualización sobre su condición, pero enfatizaron que la secretaria sigue colaborando con personal en Washington que está encargado de la política exterior de Estados Unidos durante su ausencia.
«Ha estado muy activa telefónicamente con todos nosotros», dijo Victoria Nuland, vocera del Departamento de Estado.
Clinton ingresó al Hospital Presbiteriano de Nueva York para ser atendida por una trombosis resultante de una conmoción cerebral que sufrió a inicios de diciembre. Estando en su casa y con una infección estomacal, Clinton se desmayó —debido a deshidratación— y se golpeó en la cabeza, dijo un portavoz. Clinton, de 65 años, no ha sido vista públicamente desde el 7 de diciembre.
Clinton fue fotografiada el miércoles ingresando en una camioneta negra con su marido Bill, su hija Chelsea y un contingente de seguridad antes de ser llevados a otra parte del extenso campus del hospital.
Durante un examen, médicos localizaron el coágulo en una vena que corre por un espacio entre el cerebro y el cráneo atrás del oído derecho y comenzaron a administrarle anticoagulantes. Sus doctores dijeron el lunes que no había daño neurológico y que esperan que se recupere totalmente.
Fuera de actividad por su enfermedad durante la mayor parte de diciembre, Clinton se vio obligada a cancelar su testimonio ante el Congreso sobre un reporte injurioso sobre el ataque del 11 de septiembre contra la sede diplomática de Estados Unidos en Bengasi, Libia.
También estuvo ausente el 21 de diciembre, cuando el presidente Barack Obama nominó al senador demócrata John Kerry para sucederla cuando renuncie al cargo al inicio del segundo período del mandatario, como lo planeó desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, se espera que Clinton regrese a trabajar esta semana, pues ya comenzó a reanudar contactos telefónicos regulares con sus homólogos en el exterior. El sábado, día previo al descubrimiento del coágulo, Clinton tuvo una conversación de media hora con Lakhdar Brahimi, enviado sirio ante la Organización de las Naciones Unidas, en la cual ambos hablaron sobre la situación en la guerra civil de ese país, dijo Nuland.
Los médicos de Clinton dijeron que planean darla de alta del hospital después de establecer la dosificación correcta de anticoagulantes.
Algunos médicos que no están involucrados en su atención creen improbable que tenga secuela alguna de largo plazo por la trombosis, pero aún falta por ver si podrá regresar a trabajar antes de que renuncie como secretaria de Estado.
Josh Lederman / AP