Organizaciones de derechos humanos y políticos opositores criticaron el jueves al ministro de justicia y Derechos Humanos por encabezar un festejo de fin de año en las dependencias de uno de los principales centros de detención de la última dictadura argentina.
Herman(at)s de Desaparecidos por Verdad y Justicia y la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos expresaron su «indignación» por la celebración encabezada por el ministro Julio Alak el 27 de diciembre, que según dijeron consistió en un asado y un brindis para el personal de su cartera en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), en Buenos Aires. En ese centro estuvieron detenidos 5.000 disidentes políticos de los que sobrevivieron menos de la mitad.
Carlos Lordkipanidse, presidente de la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos y quien sufrió torturas en ese centro de la Armada, afirmó a Radio Mitre que «se faltó el respeto a quienes perdieron su vida y fueron torturados allí». Por eso, agregó, «Alak tiene que renunciar».
«Pasan por encima de los sentimientos… Este espacio sigue siendo materia probatoria en varios juicios», señaló Lordkipanidse. Recordó además que «los detenidos que llegaban muertos eran cremados en una parrilla, donde se eliminaba el cuerpo», práctica que los militares denominaban «asado», según el testimonio de los sobrevivientes.
Herman(at)s de Desaparecidos por Verdad y Justicia expresó a su vez en un comunicado que «este despreciable asado constituye un ultraje a la memoria» de las víctimas de la dictadura de 1976 a 1983 y «una ignominiosa afrenta a los familiares, quienes siguen preguntándose sobre el destino de sus seres queridos».
AP